Itongadol/Agencia AJN.- Dos buques petroleros colisionaron este martes y se incendiaron cerca del estratégico Estrecho de Ormuz, una zona clave para el comercio mundial de petróleo que en los últimos días ha experimentado un aumento en las interferencias electrónicas a raíz del conflicto entre Irán e Israel. Afortunadamente, no se registraron heridos ni derrames.
Desde el inicio del intercambio de misiles entre Irán e Israel el pasado viernes, se han reportado repetidas interrupciones en los sistemas de navegación en la región, especialmente en la vía marítima que conecta Irán con Omán, por donde transita aproximadamente una quinta parte del petróleo mundial.
La Guardia Costera de Emiratos Árabes Unidos evacuó a 24 tripulantes del buque Adalynn, trasladándolos al puerto de Khor Fakkan, tras la colisión ocurrida a 24 millas náuticas de la costa este emiratí.
El segundo buque involucrado, el Front Eagle, sufrió un incendio en su cubierta que posteriormente fue controlado, informó su propietario, la compañía noruega Frontline, que también aseguró que no hubo contaminación en el mar.
El Front Eagle, cargado con 2 millones de barriles de crudo iraquí, se dirigía a Zhoushan, en China. El Adalynn, propiedad de la empresa india Global Shipping Holding Ltd, navegaba sin carga rumbo al Canal de Suez, según el monitoreo de TankerTrackers.com.
De acuerdo con los datos del rastreo satelital, el Front Eagle navegaba a 13,1 nudos cuando realizó un giro a estribor que provocó el impacto contra la popa del Adalynn, que avanzaba a menor velocidad hacia el sureste.
El incidente ocurre en un contexto de creciente tensión en la región. El Estrecho de Ormuz, que conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el Mar Arábigo, es una de las rutas más sensibles para el comercio energético global. Entre 17,8 y 20,8 millones de barriles de crudo y combustibles transitan diariamente por esta vía, según cifras de la firma Vortexa.
En los últimos días, el centro de información JMIC de la fuerza multinacional Combined Maritime Forces, liderada por Estados Unidos, advirtió sobre interferencias electrónicas procedentes de zonas cercanas al puerto iraní de Bandar Abbas y otros puntos del Golfo.
Teherán ha amenazado en el pasado con cerrar el Estrecho como represalia a presiones occidentales, aunque por el momento no se ha pronunciado sobre este accidente ni sobre los reportes de interferencias. Emiratos Árabes Unidos tampoco respondió a los pedidos de información.