Itongadol.- La Kehilá de Perú es muy chica y está organizada en tres comunidades: la alemana, Sefaradí y la Ashkenazí rumana, las mismas están concentradas mayoritariamente en Lima y en Iquitos.
"Es una kehilá muy chica de unas tres mil personas y que tiene instituciones solamente en dos ciudades: en Lima, donde está la inmensa mayoría, más del 96% y en Iquitos, en la selva donde hay una muy pequeña comunidad de unas 200 personas o menos, pero organizadas como tal", comentó Guillermo Bronstein, Rabino de la Asociación Judía de Beneficencia y Culto de 1870, a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Lima cuenta con unas tres mil personas y "está organizada en tres comunidades". "Tres sinagogas, que a su vez forman una Federación que se llama Asociación judía del Perú", que según explicó Bronstein, es como un "equivalente a la DAIA". La Federación es la dueña del Leon Pinelo, que es el "único colegio judío de Perú".
El dirigente contó además que "hay un Beit Jabad en Cuzco", pero "la mayoría de los que asisten allí son turistas". Según dijo, el mismo "no tiene asociación propia y sus asociados pertenecen a cualquier comunidad y cuentan con un sheliaj".
El rabino contó también que hay "un club Hebraica que pertenece por accionariado a sus dueños". El mismo es un club deportivo que según resaltó "cuenta con mucha actividad los fines de semana", principalmente.
Bronstein contó que las tres comunidades de Perú son, por orden de fundación: "La comunidad alemana que se fundó en 1870, y se llama Asociación Judía de 1870". La misma tiene rito "conservador tradicional", resaltó el dirigente. "Las otras dos son ortodoxas y son la Sefaradí y la Unión Israelita del Perú, que es Ashkenazí rumana, ambas tienen rabinos ortodoxos", indicó.
Según contó, la "Unión Israelita del Perú es el que más afiliados tiene", el mismo cuenta con unas 500 familias. Asimismo, según estimó, "la 1870- comunidad alemana-, tendrá unas 230 familias y la Sefaradí unas 200 familias".
El rabino masortí contó además que en un Shabbat (viernes a la noche), en la Unión Israelíta suelen asistir unas 100 personas, y en la comunidad Sefaradí unas 60. No obstante, en ocasión de Rosh Hashaná (Año Nuevo Judío), "la cantidad se triplica", y en Iom Kippur (Día del Perdón), "se llenan" las sinagogas.
Al ser consultado sobre la edad promedio de la colectividad, Bronstein contó que "antes la tendencia era que fueran adultos", es decir que las edades oscilaban entre 40 y 50 años. No obstante, "por la economía floreciente que tiene Perú, en los últimos 10 años comenzaron a llegar familias de jóvenes, es decir parejas, que vienen con un empleo contratados provenientes de Argentina, Israel, Chile, Brasil, Canadá y Estados Unidos". De este modo se da un fenómeno en el que "la comunidad comenzó a cercer", al punto que "creció en un 5%".
La comunidad judía cuenta en Perú con un cementerio, que está ubicado en Callao, en el puerto de la ciudad de Lima. "El cementerio data de 1875 y es la institución más antigua que tiene Perú", contó Bronstein, al mismo tiempo que añadió que "el mismo tiene su propio comité, su propia comisión directiva que está formada por delegados de las tres comunidades". En ese cementerio, por decisión de dicho comité, "se pueden enterrar personas conversas".
Respecto a la relación de la Kehilá con el Gobierno de Perú, Bronstein la definió como "correcta", aunque remarcó que no es de "diálogo permanente". Asimismo destacó: "Cuando hace falta la comunidad es recibida con mucho respeto". Además contó que "hay una buena relación con el Congreso de Perú" y que "hay un día de la Amistad Perú-Israel". "El Congreso conmemora en enero el Día del Holocausto junto con la comunidad", indicó.
El dirigente comentó además que existe en ese país un "diálogo interreligioso desde hace más de 50 años, fundado en los años 60 por el rabino de nuestra comunidad de la 1870, con dignatarios de otras religiones, principalmente católicos, luteranos y anglicanos". En este sentido, Bronstein contó que el mismo "sigue permanentemente" y que es "muy fluido". "Tenemos una relaicón de amistad con el actual presidente episcopal de Perú, que es el arzobispo de Ayacucho, monseñor Salvador Piñeyro", expresó. La institución que lleva adelante el diálogo se llama "Religiones por la Paz". Allí se celebra "una reunión mensual donde participan 3 ó 4 obispos de la Iglesia Católica y 2 ó 3 representantes judíos".
Además, el dirigente destacó la existencia de "una muy cordial" relación con la "pequeña comunidad musulmana" quienes "viven en Lima y son palestinos".
Consultado por la relación con el Estado de Israel, Bronstein resaltó que la Kehilá en Perú es "sionista" en todos los aspectos. En este sentido, el rabino contó: "El embajador de Israel está en permanente contacto con toda la comunidad". Por ejemplo, "en la segunda noche de Rosh Hashaná estuvo presente el embajador de Israel. Participó en la cena comunitaria y estuvo en la sinagoga donde pronunció unas palabras. El día de Kol Niderí estuvo en las otras comunidades y nosotros tuvimos aquí a otros representantes diplomáticos".
En este sentido, agregó: "Hay reuniones permanentes entre la comunidad y la embajada". Además destacó el papel jugado por los embajadores israelíes en Perú. "El actual embajador, Modi Ephraim, es excelente", remarcó, a la vez que destacó a anteriores representantes diplomáticos en el país, "Joel Sampak es argentino y fue director de Cidipal en Argentina, fue muy bueno", de Rafael Eldad lo definió como "brillante" y de Wallid mansour, primer diplomático israelí de origen druso, lo calificó como un "ejemplo de embajador". Por último dijo que "el actual embajador israelí es muy querido por todo el mundo no judío en Perú".
Respecto al antisemitismo, Bronstein consideró que "hay antisemitismo como en todos lados". Si bien "hay grupos extremistas neonazis", consideró que "son casos mínimos". "No son graves los casos de antisemitismo, como si los son en Europa", relativizó.
Por último, respecto a la penetración iraní en el continente, el rabino expresó: "En este sentido la comunidad se movió rápidamente. Por su parte, los gobiernos se movieron también para que no haya penetración iraní". Bronstein contó que "no hay embajada de Irán en Perú", y que si bien "hay obviamente intereses comunes, el embajador de Irán no tiene asiento en Lima".
"Nos preocupa mucho porque Irán tiene una influencia macabra en países como Bolivia y Venezuela", expresó y opinó que "en ese aspecto Perú es como Colombia o Chile, está contra la penetración ideológica iraní en el continente".
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