Inicio NOTICIAS Video. Max Berliner vuelve a AMIA con un “Concierto a dos voces” de teatro y poesía

Video. Max Berliner vuelve a AMIA con un “Concierto a dos voces” de teatro y poesía

Por
0 Comentarios

Itongadol/AJN.- Ver video haga clic aquí. El actor y director Max Berliner se presentará en el Auditorio de la AMIA el sábado 7 de septiembre, a las 21 hs., junto con su esposa, la pintora y actriz Rachel Lebenas (foto), en un “Concierto a dos voces” de teatro y poesía en castellano e ídish con entrada libre y gratuita.
“Es un espectáculo con poemas de (Jorge Luis) Borges, (Mario) Benedetti, (Itzjok Leibush) Péretz, Sholem Aleijem y especialmente ‘El plato de madera’, que es muy esperado por el público; espero que sea un éxito porque hace mucho que no hacemos teatro en ídish”, anticipó en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).
“Nos dijeron: ‘Hagan todo en castellano’, y les contestamos: ‘No, vamos a hacer en ídish también’, dos o tres cosas, porque tenemos todo traducido a ambos idiomas”, contó el incansable artista desde sus jóvenes 93 años.
Regresar a la AMIA “significa que vuelvo a un lugar donde ‘me hice’ y fui creando obras y trabajos esculturales” y podría conllevar “que formemos un grupo de actores que haga teatro en ídish, aunque cueste un poco de esfuerzo, porque sé que hay muchos -también entre la juventud- que lo quieren y me dicen: ‘¿por qué no lo hacés?’, pero no puedo hacerlo solo, necesito el apoyo de alguien”, reclamó.
“Soy uno de los únicos que está luchando por el ídish, un idioma hermoso, romántico y dulce que no se puede perder”, se quejó Berliner, convencido de que “si ponés una obra en ídish, se llena el teatro”.
“Hace poco vinieron actores alemanes a hacer teatro en ídish, ‘El Dibuk’, y ninguno era judío; únicamente dos hablaban ídish, el protagónico y otro más, y el resto aprendió por fonética, así que no se puede decir que no”, desafió.
El actor y director recordó que el histórico teatro de la AMIA, que fue arrasado en el impune atentado del 18 de julio de 1994, que asesinó a 85 personas, era “muy antiguo, con sillas”, ocupaba la planta baja y el primer piso del edificio “y ahí se hacían temporadas de teatro en ídish con grandes actores desde 1922”, cuando Pasteur se llamaba Ombú.
“Los actores son muchos y muy famosos, que venían de Norteamérica en los años ’30, como Samuel Goldenburg, Molly Picon, Shtramer y todas las actrices de aquella época, que venían con su repertorio, sus puestas y sus obras”, recordó.
“Era un éxito total y la gente iba todas las noches a ver espectáculos en una época en que había 6-7 teatros en ídish en Buenos Aires”, añoró Berliner.
“Una vez se hicieron dos presentaciones de una mismo obra al mismo tiempo, en el teatro Argentino de la calle Mitre y en el teatro Mitre que estaba en la calle Corrientes, y la gente iba como hormigas a ver cómo actuaba Maurice Schwartz y cómo hacía el mismo personaje Goldenburg”, ejemplificó.
Paralelamente, “la comunidad tenía grandes actores judíos, que se juntaban para hacer una cooperativa y poner la obra que elegían”, agregó este verdadero paradigma de esos años gloriosos.
De todo ello “lamentablemente queda el recuerdo: nada se hace de teatro en ídish, y tampoco recitales, pero tenemos que seguir luchando para que vuelva, aunque sea un poco, porque el hebreo es el idioma oficial judío, pero en la Diáspora, el idioma es el ídish y no tenemos que dejar que se muera”, se lamentó.
A su juicio, ello se debe a que “llega una nueva generación que no ha estudiado ídish, entonces el idioma fue perdiéndose; en las escuelas, por ejemplo, antes se estudiaba y hablaba todo en ídish, luego empezaron a hacerlo en hebreo y ahora lo hacen en castellano…”
“El Séder (rito de la festividad de Pésaj, la Pascua judía) y las fiestas los hacen en hebreo; dejaron de hacerlas en ídish porque hay muchos que están en contra porque dicen que es el idioma de la Diáspora y quieren eliminarlo”, pero “eso no es así, es nuestro idioma de muchos años, el mameloshn (lengua materna) que hablaban nuestros abuelos y tatarabuelos”, se enfadó Berliner.
“Soy uno de los únicos que está luchando por el ídish, un idioma hermoso, romántico y dulce que no se puede perder”, se quejó en diálogo con AJN, convencido de que “si ponés una obra, se llena el teatro porque la gente ama el ídish”.
Para finalizar, el actor y director recordó que su colega Jacob Ben Ami solía decir que “hay que vivir, comer y dormir en ídish”.

También te puede interesar

Este sitio utiliza cookies para mejorar la experiencia de usuario. Aceptar Ver más