Después de que se comprobara la posibilidad de transmitir múltiples canales sobre una misma frecuencia, los investigadores de la Universidad de Southern California, el Laboratorio de Propulsión a Chorro de NASA y la Universidad de Tel Aviv han desarrollado un método de transmisión basado en vórtices ópticos que puede alcanzar velocidades de 2.5 terabits por segundo, o en términos más familiares, 312 gigabytes por segundo.
Por supuesto, una de las barreras más importantes a superar es la de la distancia, pero se estima que se podrían crear enlaces de alta carga de un kilómetro, y también se está evaluando la posibilidad de usar a este método como sistema de interconexión entre satélites. Dicho de otra forma, habrá que esperar un buen rato para ver esto en nuestros routers (si es que lo vemos algún día), pero saber que esta tecnología está allí afuera promete mucho para las transferencias de datos del futuro.