Itongadol/AJN.- "Hoy les hablo no como ciudadano estadounidense, ni tampoco como judío, sino como ser humano". Ese era el comienzo del discurso que Albert Einstein, un revolucionario de la historia universal, iba a pronunciar en el acto por el séptimo aniversario de la Independencia del Estado de Israel.
Por razones del destino o como él mismo supo declarar, Einstein prefirió marcharse de este mundo “con elegancia” antes de los festejos. El 16 de abril de 1955, el científico sufría una hemorragia interna causada por la ruptura de un aneurisma de la aorta abdominal que dos días después derivó en su muerte en el Hospital de Princeton, a los 76 años de edad.
Mucho se escribió sobre el autor de la teoría de la relatividad y Premio Nobel de Física 1921, pero pocos saben que este genio llegó a explicar las diferencias entre la “religión judía” y el “nacionalismo judío” en una carta que envió a la comunidad judía de Berlín.
Albert Einstein nació en Ulm, Alemania, 14 de marzo de 1879, pero un año después su familia se trasladó a Munich, donde entre 1885-1888 cursos parte de sus estudios primarios en una escuela católica, mientras recibía clases particulares de judaísmo en su casa.
Más tarde se convirtió en alumno de la escuela Luitpold-Gymnasium de Munich, mientras que en 1894 se reunió con su familia en Pavía, Italia
En 1905, cuando era un joven físico desconocido, empleado en la Oficina de Patentes de Berna, publicó su teoría de la relatividad especial. Además, ese año presentó otros trabajos que sentarían bases para la física estadística y la mecánica cuántica.
En 1915 presentó la teoría de la relatividad general, en la que reformuló por completo el concepto de gravedad. Una de las consecuencias fue el surgimiento del estudio científico del origen y la evolución del Universo por la rama de la física denominada cosmología.
Sin embargo tuvo que esperar hasta 1919 para ser reconocido, cuando las observaciones británicas de un eclipse solar confirmaron sus predicciones acerca de la curvatura de la luz.
Hubo momentos de la historia que marcaron la personalidad de Einstein. La Primera Guerra Mundial, por ejemplo, lo obligó a comprometerse políticamente y manifestó su desprecio por la violencia, la agresión y la injusticia.
En 1914, noventa y tres prominentes intelectuales alemanes firmaron el “Manifiesto para el Mundo Civilizado” en apoyo a Hitler; pero Einstein se negó a participar de la iniciativa junto a sólo otros tres intelectuales, que pretendían impulsar un contra-manifiesto.
Con el crecimiento del movimiento nacional-socialista en Alemania, Einstein dejó su país y se nacionalizó estadounidense.
Einstein perteneció a una familia judía asimilada y abogó parcialmente por la causa sionista. No obstante ayudó a recoger fondos para la colectividad judía y sostener la Universidad Hebrea de Jerusalem, fundada en 1918, en la que hay un importante archivo con el legado del científico.
Justamente en su testamento, Eisntein legó todos sus escritos y su herencia intelectual a la Universidad Hebrea, incluyendo los derechos para el uso de su imagen.
778