Simón Drelevich es un histórico dirigente, con una amplia experiencia en todas las instancias centrales comunitarias, y que hasta el presente siempre integró diversas comisiones directivas, destacándose el haber sido vicepresidente de la AMIA (1975-1978); vicepresidente del Vaad Hajinuj (1981-1984) y Secretario General (2002-2005), y presidido el Movimiento Sionista Renovador por en varios períodos, que se ha integrado a Unidad Comunitaria aportando su amplio conocimiento de los problemas que aquejan a la comunidad judía de la Argentina, y para cuya solución ha elaborado varios interesantes proyectos
Iton Gadol mantuvo una extensa charla con Drelevich a fin de que explicara algunos de esos proyectos.
El primero de ellos se relaciona con la formación de los docentes de las materias judaicas, pues considera que a los alumnos lo que hoy se les brinda, en su gran mayoría es información sobre el judaísmo y no una formación judía que les permita desarrollar su identidad: “Es necesario que la AMIA vuelva a tener un instituto para la formación docentes en las materias judaicas, como era la Mijlala, en donde se les brinda una muy buena formación basada en los valores judíos, a fin que luego lo puedan trasmitir a sus alumnos, pero mientras tanto se deben instrumentar cursos de formación docente con el objeto de que sus participantes obtengan una preparación que les permita brindarles a sus alumnos formación y no solamente información. Esto es algo que los miembros de Unidad Comunitaria que integren la próxima Comisión Directiva de AMIA han de propulsar de inmediato a fin de poder encontrar una manera de que desde el jardín de infantes y la escuela primaria se les brinde a los chicos una educación que les permita asegurar su continuidad judía”.
Pero para eso también Drelevich considera que “Se debe impulsar la labor que desarrolla el Vaad Hakehilot (la Federación de Comunidades judías del país), tanto las que realizan las regionales del interior de la Argentina como también implementar la de Buenos Aires, integrada por las instituciones de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Uno de los objetivos que Unidad Comunitaria ha de sostener es que a las comunidades del interior del país se las ayude posibilitando que tengan los docentes necesarios para que en cada una de ellas pueda funcionar una escuela judía; también que un rabino se ocupe de brindar la apoyatura espiritual a sus miembros a la vez que para reforzar la tarea que en ellas se realiza se les deberá enviar regularmente conferencistas. Respecto a la regional Buenos Aires, que no está en actividad, en ella deben tener cabida todas las instituciones de la región, a fin de que se planteen todas las inquietudes de la vida comunitaria que las afectan y poder constituirse en el frente interno unido de la comunidad”
Simón Drelevich también considera necesario que la AMIA tenga una llegada efectiva a los jóvenes judíos que cursan la universidad, y para ello impulsó un proyecto, que Unidad Comunitaria hizo suyo, el de un comedor estudiantil universitario, que explica de la siguiente manera “En la zona hay cinco facultades estatales de la UBA: Medicina, Odontología, Farmacia, Ciencias Económicas, Ciencias Sociales, y la escuela de Kinesiología; a los que se les deben sumar las facultades de las universidades privadas como FLACSO y CAESE y también la escuela de periodismo TEA, donde estudian muchos alumnos judíos. La AMIA debe establecer un comedor estudiantil a un costo accesible, para todos esos alumnos con una única condición, que se asocien a la institución abonando una cuota social mínima, y utilizar ese comedor como “puerta de entrada” para que esos alumnos universitarios conozcan lo que es la AMIA a la vez que organizarles cursos relacionados con los valores judíos y sionistas especiales para ellos. Esto será una forma de estimularlos a que conozcan lo que es la forma de vida judía, especialmente a aquellos que no recibieron ningún tipo de educación judía. Para poder instrumentar este proyecto es necesario crear el Departamento de Nuevas Generaciones, a fin de que personal idóneo, junto con directivos de la AMIA, lo organicen y pongan en marcha”.
Simón Drelevich fue uno de los impulsores del programa denominado “Acción Comunitaria Integral”, conocido como Plan ACI, que desde hace cerca de dos décadas dejo de integrar nuevos miembros. Ese plan tenía como objetivo que los padres socios de AMIA desligaran a los hijos de la responsabilidad de, que al fallecer, tuvieran su Kever Israel (entierro de acuerdo a la tradición judía), pues mediante el pago de una cuota adicional a la social se aseguraban ser enterrados en uno de los cementerios de la institución. Al respecto Drelevich nos dice “Al implementarse el Plan ACI muchos judíos se asociaron a la AMIA para poder ingresar al mismo; también en ese momento se instrumentaron otros beneficios para ellos, como ser descuentos especiales en comercios y en los aranceles en las escuelas judías. Hace unos años una Comisión Directiva de la AMIA decidió desactivar el ingreso al Plan y nosotros en Unidad Comunitaria consideramos que el mismo debe volverse a implementar pues es una necesidad para muchos de los miembros de la comunidad, pero para ello primero se debe realizar un estudio actuarial que permita establecer una cuota que no cause perjuicio a la institución, y recién luego ofrecerlo, y eso es lo que propondremos hacer no bien ingresemos a la nueva Comisión Directiva de la AMIA.
EACh.