El sistema de defensa aérea SA-17, el cual fue atacado según diversos informes extranjeros por la Fuerza Aérea de Israel, es de llos sistema de misiles tierra-aire más avanzados del mundo.
La movilidad, velocidad, distancia y altitud del sistema lo convierten en una amenaza para la Fuerza Aérea de Israel en caso de que éste se encuentre en manos de organizaciones terroristas como Hizballah en el Líbano. En tanto, en la Fuerza Aérea Israelí destacan que este nuevo sistema se diferencia con los sistemas defensivos antiaéreos con los que contaba Hizballah actualmente, ya que se trata de un sistema móvil instalado en vehículos y pude ser trasladado de un lugar a otro.
El sistema, cuyo nombre completo es SA-17 GRIZZLY, puede alcanzar objetivos a 50 kilómetros y un altura de entre 10 y 24 mil metros. Cada unidad consta de cuatro misiles tierra-aire. Cada uno es un sistema independiente, y si uno de los misiles es averiado o dañado, el resto puede continuar en funciones.
Como se dijo, el hecho de que el sistema es móvil es una amenaza intolerable para la Fuerza Aérea Israelí, en caso de operar en el Líbano, ya que pueden cambiar sus ubicaciones y es imposible saber dónde se encuentran, lo que dificulta su eliminación.
Cabe destacar que a pesar de la situación complicada en Siria, en los últimos meses el ejército de ese país continuó recibiendo el sistema SA-17 avanzado de fabricación rusa. Según se estima, al menos parte del cargamento recibido están destinados a Hizballah.