El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, advirtió hoy, domingo, durante la reunión semanal de gabinete, que el “muy ambicioso” proceso de reclutamiento universal a los servicios militar o nacional civil de ortodoxos y árabes que se está debatiendo “sólo tendrá éxito si es gradual” porque una “extralimitación” podría ser contraproducente.
El jefe de gobierno recordó que hace unos años casi ninguno de ellos cumplía con esa carga pública, mientras que en 2011 se incorporaron unos 2.400 ortodoxos y se espera llevar esa cifra a 6.000 para 2015.
Para Netanyahu, las propuestas de reclutamiento obligatorio de todos los jóvenes religiosos de 18 años “quizás son buenas para los titulares” de los medios, “pero es dudoso que sean posibles de implementar”, sino que, por el contrario, con una “medida tan extrema, la cantidad de quienes van al ejército y al servicio se reducirá”.
El primer ministro postergó hasta la próxima semana la votación de un proyecto de ley de servicio universal para darse más tiempo para lograr un compromiso en la coalición entre Kadima y los partidos ortodoxos, anunciaron fuentes del oficialista Likud en la noche de ayer, sábado.
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