El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Ehud Barak, emitieron ayer declaraciones sobre la masacre en Houla el fin de semana.
Ambos dijeron que estaban consternados por la masacre que realizaron las tropas del presidente sirio, Bashar Assad, e instaron a la comunidad internacional a intervenir.
Al menos 116 personas, entre ellas decenas de niños, resultaron muertos y más de 300 heridos en el bombardeo de Houla, ciudad ubicada en la provincia de Homs.
Netanyahu afirmó en su declaración que Irán y Hezbollah están vinculados a la masacre en Siria y expresó su "indignación por la matanza incesante de civiles inocentes por las fuerzas de Assad”.
"Irán y Hezbolá son una parte inseparable de la matanza de Siria y el mundo debe actuar en contra de ellos", enfatizó el primer ministro israelí.
Barak instó a Occidente a actuar de inmediato para poner fin a la violencia en Siria: "Las imágenes de los niños destrozados, son suficientes para horrorizar a cualquier ser humano. El régimen de Assad está perpetrando crímenes bárbaros con el apoyo de Irán y Hezbollah, y el mundo debe pararlo".
Barak añadió que la brutal represión de manifestantes pro democracia en Siria es otra oportunidad de ver el patrón de comportamiento de algunos de sus vecinos. “Esto explica por qué necesitamos un ejército fuerte en la defensa de Israel", remarcó.
El Consejo de Seguridad se reunió el domingo para una sesión de emergencia sobre la situación en Siria.
Gran Bretaña y Francia habían propuesto la emisión de un comunicado de prensa condenando la masacre, pero el viceministro ruso de la ONU, el embajador Alexander Pankin, se mostró escéptico sobre las sugerencias de que el gobierno sirio estaba detrás de la masacre, diciendo que parecía la mayor parte de las víctimas fueron asesinadas con cuchillos o dispararon a quemarropa.
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