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El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, el presidente Shimon Peres, el vocero de la Knesset (parlamento israelí) Reuven Rivlin, ministros, miembros y otros funcionarios del gobierno leyeron los nombres de quienes murieron en el Holocausto durante la ceremonia de recordación en la Knesset hoy.
El acto se llama “Cada hombre tiene un nombre”, por el poema de Zelda que se inspiró en el Holocausto. El 12º vocero del parlamento, Dov Shilansky, un sobreviviente de la Shoá, inició la ceremonia en 1989.
Peres contó la historia de su lugar de nacimiento, Vishniev, que era entonces parte de Polonia pero es hoy Belarus. Su madre tenía seis hijos, de los cuales todos se mudaron a Israel, excepto su hermano Michael Meltzer, quien se quedó para cuidar a sus padres. Los tres de ellos fueron asesinados junto con el resto de los residentes del pueblo, a quienes los nazis encerraron en una sinagoga de madera y prendieron fuego. Cualquiera que intentaba escapar era disparado.
“Ninguna casa, ni colegio, ni cementerio quedó en pie en Vishniev. No había nada”, dijo Peres.
El vocero de la Knesset, Reuven Rivlin, destacó que la ceremonia de lectura de nombres “se hace más importante cada año mientras el número de testigos entre nosotros se hace cada vez menor”.
Rivlin leyó los nombres de los judíos del pueblo de Shklov, Belarus, del cual proviene la familia de su madre, que fue asesinada por los nazis. Explicó que la comunidad judía en Shklov fue establecida en el siglo XVI y que en la tarde luego de Iom Kippur (Día del Perdón) de 1941, se llevó a los residentes del gueto de Shklov a campos de concentración.
El vocero destacó que hay víctimas de los nazis cuyos nombres nunca serán conocidos, como el hijo de Aharon e Ivgenya Kapsitzky y otros niños de Shklov.
Netanyahu dijo que la ceremonia de este año era la primera en la que su suegro, Shmuel Ben-Artzi, quien falleció en noviembre, no iba. “Él escucharía atentamente, porque pensaba que era un modo de darle expresión a las almas que estaban perdidas. Él veía a la pérdida como algo personal y nacional, en dimensiones que no pueden ser descriptas”, expresó.
El primer ministro leyó un poema que escribió Ben-Artzi en memoria de su hogar, Bilgoraj, en la que “expresó su dolor por el Holocausto”.
El líder de la oposición, Shaul Mofaz, leyó los nombres de los judíos asesinados en el pogromo nazi de Farhoud en Bagdad en 1941 y agregó que “el Estado de Israel debe hacer todo lo posible por asegurase que los eventos del Holocausto, el genocidio, no se vuelvan a repetir”.
Quienes también leyeron nombres fueron el jefe de la Corte Suprema de Justicia, Elyakim Rubinstein; el ministro de inteligencia, Dan Meridor; el ministro de transporte, Yisrael Katz; el ministro de justicia, Ya’akov Neeman; el vice canciller, Danny Ayalon; el vice ministro de educación, Menahem Eliezer Moses; el ministro de educación, Gideon Sa’ar; y el ministro de comunicaciones, Moshe Kahlon, entre otros.