Mohamed Merah, el presunto autor de la masacre en el colegio judío de Toulousse, murió tras haberse resistido al ingreso de los hombres de la unidad de élite de la policía francesa al departamento en el que se encontraba atrincherado.
Fuentes cercanas al caso indicaron que hubo tres policías heridos, uno de ellos en estado grave.
Poco antes de conocerse el desenlace se oyeron intensos disparos y explosiones durante cinco minutos.
El hombre es descripto por las autoridades como un jihadista entrenado por Al-Qaeda.
El ministro francés de Interior, Claude Guéant, dijo esta mañana que durante toda la noche no se había podido establecer contacto con el presunto asesino, acorralado en su casa, y dejó caer la idea de que podría no estar vivo.
"Se contemplan todas las hipótesis. Tenemos una prioridad, que se pueda rendir, entregarlo a la justicia, y para eso detenerlo vivo. Esperamos que siga vivo", declaró.
Más de 300 policías mantenían rodeado esta mañan el edificio de cinco pisos en un suburbio de la ciudad de Toulouse, donde vivía Mohamed Merah, que confesó haber matado a tres soldados, tres niños judíos y un rabino.
"No hubo ningún movimiento durante la noche. Esperamos que él todavía esté vivo", dijo el ministro del Interior en declaraciones radiales.
Asimismo, Guéant confirmó que se oyeron dos disparos durante la noche."A pesar de los esfuerzos renovados durante toda la noche para restablecer el contacto con él, no ha habido ningún contacto, ninguna muestra de él", dijo Gueant, antes de que se conociera el desenlace fatal.
La lluvia cayó sobre la policía, los bomberos, los medios de comunicación y alrededor de una decena de transeúntes que pasaron la noche fuera del departamento.
Merah, un ciudadano francés de origen argelino, se jactaba ante los negociadores de la policía de haber puesto a Francia de rodillas y dijo que su único pesar fue no haber sido capaz de llevar a cabo planes para más asesinatos.
El acusado dijo a los negociadores que mató a siete personas para vengar las muertes de niños palestinos y debido a la participación del ejército francés en Afganistán.
Además confirmó haber filmado el momento en que disparó a los niños y al rabino en el ataque del lunes pasado.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, cuyo manejo de la crisis puede influir en los votantes a menos de cinco semanas de la elección en la que se postula para un segundo mandato, prometió el miércoles que se hará justicia y pidió a la gente a no tomar venganza.
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