El consejo de la ciudad de Tel Aviv decidió el lunes pasado conseguir un permiso del Ministerio de Transporte de Israel para utilizar autobuses en Shabat.
El alcalde de la ciudad, Ron Huladi, apoyó el movimiento desde hace un tiempo y durante la discusión del lunes, dijo: "Aquellos que no quieren subir a un autobús (en Shabat) puede optar por no abordarlo".
De acuerdo con una decisión aprobada por el Ayuntamiento, el municipio redactará una solicitud detallada y la presentará en el Ministerio de Transporte de Israel.
Si el ministerio rechaza la oferta, el ayuntamiento promoverá la creación de una empresa de transporte independiente. Este servicio permitirá a los habitantes de Tel Aviv viajar al centro de la ciudad y a lugares de entretenimiento.
Otra opción es que la ciudad obtenga un permiso para ampliar el servicio limitado que ofrecen actualmente algunos autobuses.
En respuesta a la noticia, el miembro de la Knesset (parlamento) Moshe Gafni, expresó que: "Esta es una decisión irresponsable y populista. No vamos a permitir este daño deliberado y dañino para el status quo y la santidad del Shabat. Esta decisión no ofrece nada… a excepción de una mancha en el Ayuntamiento de Tel Aviv".
Mientras tanto, el alcalde Huldai señaló el lunes que "Israel es el único país del mundo donde el transporte público no funciona una cuarta parte del año, en Shabat y en días festivos".
"La situación actual, junto con la ausencia de un sistema de transporte público eficiente, atenta contra el desarrollo adecuado del país”, agregó Huladi.
La falta de transporte público en Shabat se atribuye al llamado "status quo" en los asuntos religiosos, un entendimiento que prevalece en Israel, pero que nunca fue arraigado por la ley. En particular, algunas zonas de Israel cuentan con excepciones en el status quo, por ejemplo Haifa, donde los autobuses circulan en Shabat en forma limitada.
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