El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak (foto), admitió hoy, martes, no ser optimista acerca de la voluntad de la comunidad internacional de detener el programa nuclear iraní, en una entrevista con la radio oficial, Kol Israel.
Si bien el ex jefe de gobierno no cree que se impongan “sanciones mortales” a sus instituciones financieras, ni castigos físicos, espera que ello ocurra, sobre todo tras la inminente difusión, entre hoy y mañana, de un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) sobre el tema, el cual representará la mejor oportunidad para convencer al mundo de que actúe contra Irán.
Respecto de las filtraciones sobre este reporte reproducidas por diversos periódicos internacionales en los últimos días, Barak se limitó a recordar que en Israel “hemos sabido estas cosas por años”.
Es más, “sabemos más que The Washington Post y que la AIEA”, añadió.
Acerca de la necesidad de la aprobación de los Estados Unidos antes de lanzar un eventual ataque contra Irán, el ministro de Defensa respondió que Jerusalem valora y respeta a Washington, que acompaña al Estado judío de muchas maneras diferentes, pero “Israel es un Estado soberano”.
El gobierno ha trabajado durante años para demostrarle al mundo que el problema de un Irán armado nuclearmente afectaría al mundo entero y no sólo Israel, pero éste es responsable de su propia seguridad y protección, prosiguió el ex jefe de la Fuerza de Defensa de Israel.
Jerusalem no quiere una guerra, pero aun si fuera empujada a ella contra su voluntad, “no hay posibilidad alguna de que exista una situación con 500.000 muertos, ni 5.000, ni siquiera 500”, aclaró en la entrevista radial.
Asimismo, Barak aseguró que no se ha tomado una decisión sobre una eventual operación militar.
Por otra parte, el ministro de Defensa subrayó que una de las consecuencias de la Primavera Árabe es la convicción de que Israel debe ser capaz de confiar en sí mismo.
“Israel es el país más fuerte de la región y lo seguirá siendo”, concluyó.
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