Estados Unidos comenzó a aplicar una fuerte presión sobre Israel para que pida disculpas al gobierno turco por el incidente ocurrido durante la incursión del Mavi Marmara, la flota que intentó quebrar el bloque marítimo en la Franja de Gaza, en mayo del año pasado.
La medida apunta a estabilizar las relaciones entre Turquía e Israel tan pronto como sea posible.
Diplomáticos israelíes en Washington revelaron que en un recientemente comunicado del Departamento de Estado, la secretaria Hillary Clinton apuntó que el deterioro de los vínculos entre Jerusalem y Ankara perjudican los intereses estadounidenses en la región, según informó el diario Yedioth Aharonoth.
Estados Unidos trata de reforzar sus lazos con el gobierno turco a raíz de la violenta represión en Siria.
Tanto Estados Unidos como Turquía tienen objetivos comunes: acabar con el reinado de Bashar al Assad, y reemplazarlo con un líder más moderado, para estabilizar Siria y evitar su caída.
Ante esta situación, Washington quiere forzar un acuerdo israelí para que pida disculpas por el incidente de la flotilla.
La demanda estadounidense fue expresada también por Clinton durante las conversaciones que sostuvo con el ministro de Defensa, Ehud Barak, durante su visita a Washington, hace tres semanas.
En esa reunión, instó a Barak para que Israel haga todo lo posible para poner fin a la crisis, incluidas las disculpas a los turcos.
Los cierto es que tres días antes de la presentación del informe Palmer sobre hechos relacionados con la flotilla de Gaza, comenzó a crecer la presión de Estados Unidos.
Diplomáticos israelíes en Washington comentaron que funcionarios de Estados Unidos dejaron trascender que sería difícil para Estados Unidos convencer a otras naciones la necesidad de rechazar la iniciativa de los palestinos para que sean reconocidos como Estado miembro de la ONU, en septiembre, si Jerusalem se niega a pedir disculpas a Turquía.
En tanto, Turquía -que es consciente de la presión norteamericana sobre Israel- ejerce su propia presión sobre la ONU para desguace o aplace la presentación del Informe de Palmer hasta que Israel emita una disculpa sobre el incidente.
Los principales ministros del gabinete israelí se reunieron durante el fin de semana para discutir el asunto sin llegar a ninguna decisión, lo que indicaría que el primer ministro Benjamin Netanyahu prefiere que el informe sea publicado sin una respuesta israelí, y sólo después de su publicación Israel analizará sus opciones.
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