A pesar de que todavía son un número pequeño, los jóvenes voluntarios están aumentando la presión política y adquiriendo los beneficios del servicio nacional. Este año, cerca de 1.500 israelíes árabes se enlistaron en el programa.
“Cualquiera que sea voluntario para el servicio nacional será tratado como un leproso y será expulsado de la sociedad árabe”. Estas fueron palabras de Jamal Zahalka en una marcha en el 2008. Él es un legislador de Balad, un partido político israelí árabe. Sus duras palabras buscaban parar a los jóvenes israelíes árabes que se estaban siendo voluntarios en el programa del Servicio Nacional de Israel, pero no funcionaron.
Los israelíes árabes no deben servir en la Fuerza de Defensa de Israel. Hoy, solo cerca de 300 musulmanes y cristianos árabes (los musulmanes árabes son cerca de tres cuartos del sector israelí árabe) sirven en una unidad especial de la FDI. Pero ahora tienen la opción de participar en el Servicio Nacional, junto con israelíes judíos que no pueden ir al ejército por razones religiosas o médicas cuando se enfrentan a la conscripción obligatoria a los 18 años.
A pesar de las presiones en sus comunidades y de Balad para que no participen, graduablemente hay más israelíes árabes que van contra esto. Este año, cerca de 1.500 israelíes árabes se enlistaron en el programa.
El Servicio Nacional se convirtió en una opción para los israelíes como una alternativa a los usuales tres años en la FDI para hombres y dos para mujeres. Muchas y diferentes organizaciones sin fines de lucro coordinan sus posicionamientos, típicamente en instalaciones educativas o de salud. Cerca del 90 por ciento de los voluntarios son mujeres, que sirven por uno o dos años y reciben un monto mensual de $200 y luego se las premia con beneficios conmensurados con el tiempo que trabajaron. El dinero juntado puede ser usado en un nuevo negocio o educación alta luego del servicio.
Los israelíes árabes se han estado uniendo al Servicio Nacional desde una iniciativa del gobierno israelí del 2007 de abrir el servicio cívico de Israel a toda la población. Ahora, mientras que musulmanes israelíes árabes, cristianos y drusos buscan servir junto a sus contrapartes judías, no solo ganan el concepto de “devolverle” a la sociedad, pero también tienen los mismos atractivos beneficios, que también incluyen términos en una hipoteca, buenos precios en anteojos y ventajas sociales.