La popularidad del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, creció sensiblemente en su país después de haber rechazado con firmeza la propuesta del presidente estadounidense, Barack Obama, de regresar a las fronteras de 1967, tanto ante la prensa como en sus discursos en los Estados Unidos, en el Congreso y la conferencia de AIPAC (Comité de Asuntos Públicos Estadounidense-Israelí).
Según una encuesta del diario Haaretz, el 51 por ciento expresó satisfacción con su desempeño como jefe de gobierno, 13 puntos más que hace cinco semanas.
En tanto, un estudio de Teleseker para Maariv señaló que si hoy hubiese elecciones, su partido, Likud, subiría de 27 a 30 escaños en la Knesset (Parlamento israelí), mientras que Kadima, de Tzipi Livni, bajaría de 28 a 27.
Asimismo, Netanyahu aparece como el más apto para ser primer ministro, con el 36.9 por ciento, por delante de Livni (28.3%), el canciller Avigdor Lieberman, de Israel Beiteinu, (9.2%) y el ministro de Defensa, Ehud Barak, de Atzmaut (2.6%), mientras que el 18.2 por ciento respondió que ninguno de ellos.
Un sondeo del Instituto Sarid para Canal 2 encontró que el 38 por ciento de los israelíes ve a Netanyahu en condiciones de seguir al frente del gobierno, tres puntos más que los simpatizantes de Livni.
De haber elecciones, Likud aumentaría siete diputados (34) y Kadima, uno (29).
Finalmente, el Instituto Geocartográfico predijo que Likud ganaría 33 escaños, a expensas de Kadima (22).
Por otra parte, la encuesta reveló que el 61 por ciento de los judíos israelíes se opone a la fórmula de Obama sobre los límites de 1967, con intercambio territorial, mientras que sólo el 27 por ciento lo apoya.
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