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Hoy se inaugurará el edificio de Ieladeinu

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El nuevo edificio de Ieladeinu, el único programa de la comunidad judía dedicado a la protección de los niños, será inaugurado hoy. “El edificio Zully Goldfarb va a ser el centro de Ieladeinu y del área de ayuda social de Jabad, un edificio de 2500 metros cubiertos”, comentó el rabino Tzvi Grunblatt, director del movimiento Jabad Lubavitch Argentina, en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias. Marcelo Acsebrud, director de Ieladeinu, dio detalles de las áreas que funcionarán en el edificio desde asistencia psicológica hasta consultorios odontológicos. “Ieladeinu, de alguna manera, busca reconstruir los derechos de los chicos, brindarles una oportunidad de una vida diferente que no la hubieran tenido de no haber pasado por el programa”, remarcó el director.

El nuevo edificio de Ieladeinu, el único programa de la comunidad judía dedicado a la protección de los niños, será inaugurado hoy.
“El edificio Zully Goldfarb, va a ser el centro de Ieladeinu y de la Fundación de Ayuda Social de Jabad, un edificio de 2500 metros cubiertos”, comentó a la Agencia Judía de Noticias (AJN), el rabino Tzvi Grunblatt, director del movimiento Jabad Lubavitch Argentina y uno de los responsables de este proyecto.
Ieladeinu es el programa de la comunidad judía argentina que protege a niños y adolescentes que viven situaciones de riesgo por ser maltratados, golpeados, abusados o abandonados.
El nuevo edificio ubicado en la calle Tucumán, entre Agüero y Gallo, fue adquirido “gracias a la ayuda de muchos y remodelado íntegramente gracias al aporte de la familia Roberto Goldfarb, que lo dedica en honor a su esposa Zully”, precisó Grunblatt.
“El edificio va a contar con centros de día para bebés hasta niños de 6 años y centros de día de 6 a 12 y centros de día de 12  a 15 y de 15 a 18, para varones y nenas separadas”, puntualizó el rabino.
Por su parte, el licenciado Marcelo Acsebrud, director de Ieladeinu, explicó que además de las distintas áreas que incluyen el programa también van a funcionar la Fundación Jabad Lubavitch y la oficina de Desarrollo de Jabad.
“Es un edificio de seis pisos y un subsuelo que va a estar equipado con la última tecnología para brindar la mejor calidad para todos los servicios. Además hay una cocina industrial para lácteos y otra para carne que van a proveer a los cuatro hogares donde viven los chicos y los centros de día donde pasan la mayor parte del día con profesionales”, señaló.
Acsebrud agregó que en el edificio que se comenzó a construir en 2007 también hay una panadería y un lavadero industrial, con vestuarios para los empleados y un comedor
“La verdad es que toda la obra se financió con aporte de donantes y en menor media, el Ministerio de Salud que está colaborando con la construcción de consultorios odontológicos y el Ministerio de Desarrollo Social con cuestiones puntuales”, indicó el directivo.
El rabino Grunblatt aclaró que “en los consultorios odontológicos no sólo se va a atender a los chicos de Ieladeinu sino también a los chicos de pocos recursos de la red escolar judía”.
Según comentó Acsebrud se firmaron acuerdos con la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires para que los alumnos de los últimos años hagan sus pasantías en Ieladeinu y también hay un convenio con la Universidad Maimónides.
Además de los cinco centros de día, el edificio también contará con consultorios médico, terapéuticos, un centro de capacitación y un centro de apoyo escolar con biblioteca.
El edificio también tiene un salón de usos múltiples con sala de multimedia.
El rabino Grunblatt comentó que en el edificio se va a concentrar “toda la
ayuda de Jabad con todo lo que tiene que ver con los cinco centros de ayuda social,  la ayuda alimentaria, vivienda, salud y todos los servicios que se necesiten”.
“Tenemos un centro terapéutico para pacientes que salieron de internación y hacemos el trabajo de  integración a la comunidad. Hay también un  centro de adultos mayores y los centros de emergencia sociales”, agregó el religioso.
Para el acto de inauguración fueron invitados funcionarios nacionales, de la ciudad de Buenos Aires, dirigentes de las instituciones centrales de la comunidad judía, donantes, profesionales e invitados especiales como el economista Bernardo Kliksberg, cofundador del programa.
Acsebrud comentó que en la actualidad hay 280 chicos incorporados al programa, 80 que viven en los cuatro hogares terapéuticos convivenciales, otros 134 que están en el Foro de Fortalecimiento Familiar y 66 en los centros de día.
“Los chicos llegan por distintas razones derivados por las organizaciones de asistencia social de la comunidad, derivados por colegios, clubes y también por la justicia”, comentó el directivo.
De acuerdo a lo explicado por Acsebrud, cuando los chicos llegan a Ieladeinu “se hace un proceso de admisión para saber la gravedad del riesgo y se comprueba si hay una vulneración de derecho y cuando se establece el nivel de riesgo se establece la estrategia para trabajar para devolverle los derechos y para que vivan protegidos”.
“Ieladeinu hace un inversión muy grande en recursos humanos porque son 150 profesionales, que tratan de alguna manera de reconstruir los derechos de los chicos, brindarles una oportunidad de una vida diferente que no la hubieran tenido de no haber pasado por el programa”, aseguró el director.
Acsebrud aclaró que “por Ieladeinu no sólo pasan chicos que viven en la calle sino aquellos que tienen casa pero que pasan el día en la calle que están en contacto con la droga y la prostitución, mucho casos de maltratos y se reciben chicos que no saben cosas básicas de higiene”.
“Ieladeinu frente a casos de chicos que son judíos presenta un recurso para poder cuidarlos y devolverle el derecho a la identidad judía y darle un marco comunitario”, agregó.
Se estima que por el programa pasaron más de 500 chicos y el directivo admitió que las estadísticas van en ascenso.
“Antes no había conocimiento de que había un problema. Todo surgió a partir de dos casos que lo llamaron al rabino Grunblatt para ver si se podía hacer cargo y  así se fue descubriendo que existía la pobreza judía como también situaciones de mucha fragilidad,  maltrato infantil y abusos”, comentó, por último, Acsebrud.

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