En el tiempo transcurrido desde entonces, las relaciones entre Israel y Nueva Zelanda pasaron por distintas situaciones, incluyendo el asunto de pasaporte en 2004.
En aquella oportunidad, dos israelíes fueron acusados de utilizar de manera fraudulenta pasaportes neozelandeses, lo que llevó al ministro de Nueva Zelanda a imponer sanciones contra Israel.
Sólo después de un año y medio se disculpó Israel y garantizó que una situación similar no volvería a ocurrir.
La embajada en realidad se reabrió en agosto de 2005, pero siguió siendo una rama de la embajada en Canberra bajo el control del embajador de Israel en Australia Nati Tamir.
Luego, el canciller Silvan Shalom anunció su intención de reabrir la embajada de servicio completo en cuanto tal medida sería económicamente viable para Israel.
El actual ministro de Relaciones Exteriores Avigdor Lieberman continuó en esta línea de pensamiento y ordenó que se retomen las actividades diplomáticas en Wellington.
Hace unos dos meses, ministro de Relaciones Exteriores de Nueva Zelanda se reunió con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Shimon Peres durante una visita de tres días a Israel, donde se acordó la concesión de visas de trabajo a los jóvenes israelíes.
Tzur, quien se ha desempeñado como embajador en otros cinco países, dijo a Ynet que la ceremonia de Nueva Zelanda fue muy emotiva. "Me emocioné mucho, y todavía lo estoy por este tipo de eventos extraordinarios que no había experimentado", dijo el embajador Tzur.
Tzur fue aceptado en el cargo con una ceremonia basada en la tradición maorí de los habitantes indígenas de la nación. La tradición no ha cambiado mucho desde la llegada de los primeros blancos a la isla.
La comunidad judía de Nueva Zelanda también recibió la noticia con alegría. Tzur fue recibido en una recepción festiva que incluyó rezos de Shabat.
DB
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