«Las Brigadas de Al-Aksa no entregarán sus armas, ya sea ordenado por Abu Mazen, o por el jefe de su seguridad Mohamed Dahlán» aseguró el jefe de las Brigadas, conocido como «Abu Hamid», en unas declaraciones al diario israelí «Iediot Ajronot».
Abu Hamid, que no es el verdadero nombre de ese dirigente radical, explicó que «de la misma forma que las Brigadas no fueron creadas por decisión de una persona en particular, tampoco entregarán sus armas porque ahora venga alguien (en alusión a Abu Mazen) y lo ordene».
Las Brigadas de los Mártires de la Mezquita de Al-Aksa, fueron creadas un mes después de iniciarse la segunda «Intifada», en septiembre de 2000, por un grupo de activistas que se concentraron en un campo de refugiados y declararon su voluntad de luchar contra la ocupación por las armas.
A partir de ahí y siguiendo el ejemplo de este grupo, otros activistas de Al-Fatah, que preside Yaser Arafat, siguieron sus pasos y crearon células independientes de oposición.
Hasta ahora nadie conoce exactamente el orden jerárquico de estas milicias y según expertos algunos de los comandos responderían a una orden política del Gobierno palestino pero otros actúan de forma totalmente independiente.
«Los mártires palestinos son los que crearon las Brigadas de Al-Aksa con su propia sangre y sólo con el final de la ocupación dejaremos la lucha armada, porque ello supondría una remuneración justa a la sangre derramada», agregó Abu Hamid.
El dirigente palestino salía de esa forma al paso de las expectativas de que el nuevo Gobierno palestino actuará de forma contundente para poner fin a la lucha armada contra Israel y que en su punto de mira están los movimientos islámicos HAMAS y Yihad y los opositores de las Brigadas y el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
Israel exige como condición indispensable para aplicar la última iniciativa de paz que el nuevo primer ministro palestino ponga fin a los atentados suicidas y a otro tipo de ataques armados contra objetivos israelíes en Cisjordania y Gaza.
Las «Brigadas» dieron a conocer hoy también un comunicado en el que retan la autoridad de Abu Mazen y declaran su lealtad al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat.
«Estamos comprometidos con nuestro comandante ‘Abu Amar’ -Arafat- el único líder del pueblo palestino. No cederemos ni un ápice en nada que pueda hacer peligrar su liderazgo y su autoridad», dice el comunicado, que también exhorta a Abu Mazen a luchar «en primer lugar» contra la ocupación israelí y la corrupción en la ANP.
El temor de los grupos armados en estos momentos es que el coronel Dahlán, ex jefe de la Seguridad Preventiva en Gaza y futuro responsable de los organismos de seguridad de la ANP, cumpla con sus planes de sofocar el alzamiento palestino y arreste a los principales activistas de la lucha armada y a sus dirigentes políticos.
Según algunos expertos, ello podría desencadenar una guerra civil en las calles palestinas.
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