Diplomáticos señalaron que un colaborador muy cercano de Abbas les dijo que algunos de los hombres del presidente huían por su vida, otros se quedaron sin balas y que, tras cinco días de combates, «Gaza está perdida.»
Abbas, quien dijo que los enfrentamientos eran una «locura,» y el primer ministro Ismail Haniyeh, de Hamas, concordaron en una llamada telefónica en la necesidad de detener la matanza, según funcionarios de ambos bandos.
Con el eco de las armas automáticas y los morteros de la guerra civil resonando en Ciudad de Gaza tras el anochecer, funcionarios del hospital informaron de otras 33 muertes durante el día, incluido un adolescente en un mitin por la paz y un escolar baleado cuando salía de un examen.
Pero la mayoría de los muertos eran combatientes de la facción laica Fatah, a la que pertenece Abbas, y de sus rivales de Hamas.
Cada uno grupo acusa al otro de más atrocidades en una lucha despiadada que ha provocado la muerte de 81 personas desde el sábado. Con las fuerzas de Fatah desviados o rodeados en muchos puntos, los dos pequeños territorios palestinos, Gaza y Cisjordania, están cada vez más enemistados.
Abbas y Haniyeh coincidieron en «la necesidad de detener la lucha y retornar al lenguaje del diálogo,» dijo el canal Televisión Palestina, vinculado a Abbas, en un extra informativo dado a conocer durante la noche.
Pero un dirigente de Hamas, Sami Abu Zuhri, dijo a Reuters que sus camaradas no cederán. «La campaña de Hamas que comenzó ayer (martes) por la mañana continuará hasta que la calma esté restablecida,» sostuvo.
Un funcionario de Fatah que asistió a una reunión con Abbas en la tarde, dijo «nuestros hombres han iniciado el contraataque contra las posiciones de Hamas. Ellos han recuperado algunas.»
Haniyeh se encontraba en Gaza, el enclave costero donde los votantes pobres llevaron a Hamas al poder hace 18 meses. Abbas estaba en Ramallah, en las colinas de Cisjordania detrás de Jerusalén, desde donde su predecesor, Yasser Arafat, dominó y unió a los palestinos.
Israel, que alguna vez pareció cercano a llegar a un acuerdo de paz con Arafat que le habría dado un Estado propio a los palestinos, informó que sus posibilidades de lograr un acuerdo podrían complicarse aún más si Hamas derrota a Fatah.
La facción de Abbas ha amenazado con dejar la coalición de Gobierno formada hace tres meses atrás, tras una mediación árabe en La Meca. Abbas podría gobernar a través de decretos, pero eso sólo empeoraría la división entre los palestinos.
«Si ellos (Hamas) quieren controlar Gaza militarmente, entonces están empujando hacia (…) una guerra civil,» dijo Azzam al-Azham, un colaborador de Abbas.
En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, dijo que los palestinos «van a tener que arreglar sus políticas.»