La nueva ley, presentada por el legislador ultranacionalista Arie Eldad, del partido Unión Nacional, establece que el Estado no pagará pensión a una persona que haya cumplido condena por un asesinato de móvil nacionalista.
Tampoco recibirán ayuda para estudios los hijos de un asesino muerto en un atentado, bien por suicidio o abatido por las fuerzas de seguridad.
Se trata de una ley que afectará a la comunidad árabe-israelí, aunque también a judíos que hayan asesinado a árabes.
La ley, aprobada hoy en segunda y tercera lectura, fue alentada hace seis años por un atentado suicida cometido por un árabe-israelí en la ciudad de Nahariya, en el que murieron tres personas.
Tras su muerte, la esposa solicitó la parte correspondiente a la jubilación de su marido, así como ayuda para sus hijos, lo que indignó a muchos israelíes de la mayoría judía.
Además, son más de una veintena los miembros de esa minoría que cumplen condena por haber ayudado a terroristas suicidas de Gaza y Cisjordania, sobre todo en el traslado a ciudades israelíes en sus coches.
También hay varios judíos que cumplen condena por atentados.
La semana pasada un israelí judío asesinó a un taxista y dijo a los investigadores de la Policía que lo había hecho ‘porque era árabe’.