Más de 100.000 personas se concentraron hoy en la Plaza Rabín de Tel Aviv para pedir la dimisión del primer ministro Ehud Olmert a raíz del informe de la Comisión Vinograd subraya su responsabilidad en los errores de la guerra del pasado verano en el Líbano. Los organizadores estimaron en 200.000 los manifestantes.
Tanto grupos de izquierda como de derecha, así como organizaciones de la sociedad civil y combatientes en la reserva, participaron en esta protesta, en la que, por decisión de los organizadores, no tomó la palabra ningún político.
«Bienvenidos a la última manifestación de Ehud Olmert como primer ministro», fue la frase con la que los organizadores -que esperaban que acudieran 400.000 personas- abrieron la protesta.
Entre los asistentes, que guardaron un minuto de silencio por los soldados muertos en la guerra contra Jizbalá, estuvieron el diputado laborista y ex ministro Ofir Pines, que pidió a su compañero de partido, el ministro de Defensa Amir Peretz, que dimita por las conclusiones del citado informe. «Peretz tiene que asumir responsabilidades y no se puede quedar en el Gobierno», dijo.
Pines precisó que esta conclusión no es sólo personal, sino también de partido y que la formación laborista tiene que abandonar el Ejecutivo dirigido por Olmert.
También participó el escritor Meir Shalev que pregonó: «Olmert, usted dijo que trabaja para nosotros. Olmert, está despedido».
«Elecciones ahora» o «Fracasados a casa» rezaban alguna de las pancartas, mientras los asistentes coreaban «¡Olmert, váyase a su casa!».
Entre otros estuvieron Aviv Gefen, Subliminal, Gilad Segev, Shay Gabso y Nimrod Lev. También el poeta Jaim Guri. Aurora