El diario árabe A-Sinara, que se edita en la ciudad norteña de Nazaret, revela hoy, por fuentes no identificadas de Gaza, que los captores del soldado Guilad Shalit, capturado el 25 de junio del año pasado por comandos palestinos de ese territorio autónomo, le entregaron hace dos semanas un par de gafas de parte de sus padres.
La gestión, que fracasó hace tres meses, cuando sus parientes quisieron hacérselas llegar por medio de funcionarios de la Cruz Roja, fue facilitada en esa ocasión por representantes de Egipto en Gaza, que participan en la negociación de un canje de Shalit por centenares de prisioneros palestinos recluidos en Israel.
El soldado fue capturado en su base, en territorio israelí, por comandos de Hamas, de los Comités de la Resistencia Popular y de un desconocido ‘Ejército Islámico’, que llegaron hasta ese lugar, cerca del límite de Gaza, por medio de un túnel subterráneo.
En incursiones del Ejército israelí para rescatarlo y evitar que sus captores lo trasladen desde Gaza a otro país, perdieron la vida alrededor de 500 palestinos de ese territorio antes de entrar en vigor, en noviembre último, un frágil alto el fuego.
En cuanto a los dos soldados reservistas Ehud Goldwasser y Eldad Regev, cautivos del brazo armado del Partido de Dios (Hizbulá), A-Sinara consiguió establecer comunicación telefónica con Muhamed Kumati, miembro del Consejo Directivo de esa formación islamista.
Kumati informó de que ‘a diferencia del trato que reciben los prisioneros libaneses en Israel, los soldados Goldwasser y Regev están bien y son tratados humanamente, como nos lo ordena el Corán’.
‘Si es así, ¿por qué los ocultan y les prohíben la visita de representantes de la Cruz Roja Internacional, o no muestran fotografías suyas ni les permiten la correspondencia?’, reaccionó hoy Karnit Goldwasser, esposa del cautivo.
Con todo, la afirmación del dirigente de Hizbulá puede disipar las dudas sembradas hace unos meses por el primer ministro israelí, Ehud Olmert, acerca de si están con vida debido a las heridas que sufrieron antes de ser capturados, operación que desencadenó el 13 de julio del año pasado la segunda guerra de Israel en el Líbano (en 1982 la primera fue contra la guerrilla palestina).
Los milicianos de Hizbulá atravesaron la frontera y capturaron a Regev y Goldwasser después de atacar y destruir el carro militar con el cual patrullaban. En esa operación también mataron a ocho soldados.
Noam Shalit, el padre de Guilad, de 20 años, informó hoy a los medios locales que pidió a los funcionarios egipcios en Gaza que entreguen las gafas que, al parecer, perdió al ser apresado por los palestinos, ‘pero lo que quiero son señales de que está vivo, y que pueda visitarlo una persona neutral’.