La prensa local se refiere hoy a «la tragedia del Safari» con lujo de detalles después de trascender que Iosi, que pesa más de 700 kilos, aplastó a Atara contra un muro del zoo, y ante la vista de centenares de visitantes, sin que nadie pudiera detenerlo.
Un portavoz de la dirección del zoo, Saguit Horwitz, informó que el inexplicable hecho se produjo hace dos días cuando la pareja se hallaba en su zona de paseo junto con otros elefantes.
Iosi es uno de los elefantes que gozan de mayor prestigio, y no se le conocían exabruptos de violencia. Atara, de 48 años de edad, le dio muchos de sus descendientes, según los medios locales.
De momento, la dirección del zoo decidió aislar a Iosi, que hasta ahora era considerado el líder de los elefantes, «consultaremos con expertos locales y extranjeros cuál pudo ser la causa del ataque», agregó Horwitz.
«Por el contrario, Atara y Iosi se distinguían por la atención que se prodigaban entre sí», dijo el portavoz. Algunos trabajadores suponen que la tragedia se precipitó debido a un enfrentamiento por el poder.
Atara, o «Atari», como la llamaban cariñosamente sus cuidadores, será enterrada hoy en el cementerio de animales del zoo.
La Voz de Galicia