El primer ministro israelí, Ehud Olmert, envió a dos importantes funcionarios de su oficina para entrevistarse en secreto el pasado domingo con el presidente palestino, Mahmud Abás, en su oficina en la ciudad cisjordana de Ramala.
Según informa hoy el diario Haaretz, los emisarios, Yoram Turbowitz, jefe de la oficina del primer ministro, y su asesor político, Shalom Tujeman, entre los asuntos que departieron con Abás se halla el posible canje de prisioneros palestinos por el soldado israelí Guilad Shalit, capturado en junio por milicianos en Gaza.
Según el rotativo de Tel Aviv, Abás y Olmert hablaron por teléfono durante esa reunión, y el jefe del Gobierno israelí rechazó una petición del presidente, la de excarcelar al «prisionero número uno» de los 10.000 recluidos en Israel: Maruán Barguti.
Olmert indicó que no está dispuesto a debatir ese asunto antes de que los milicianos palestinos pongan en libertad a Shalit, de cuyo paradero no tienen noticias sus familiares ni el Gobierno israelí.
Barguti cumple una condena de cinco cadenas perpetuas que le impuso el tribunal del distrito de Tel Aviv, como autor intelectual de la muerte de cinco civiles en ataques de las Brigadas de los Mártires de la mezquita de Al Aksa en territorio de Israel.
Durante la reunión en la «Mukata» de Ramala, Abás y los emisarios de Olmert también conversaron sobre la nueva visita a esta zona que planifica en Washington la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice.
La visita está prevista para enero próximo, después de los festejos de Navidad y Año Nuevo, y puede ser el marco para una cumbre entre Olmert y Abás, que se demora por la falta de progresos en las negociaciones para liberar a Shalit.
Israel, indicó recientemente el rotativo, ofrece al Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás) -cuyos milicianos participaron en la captura del soldado israelí- un canje de Shalit por mil prisioneros palestinos en tres etapas, y entre estos a todas las mujeres y los menores de edad, según una exigencia palestina.
El líder máximo de Hamás, Jaled Mishal, residente en Siria, participa en las negociaciones indirectas con Israel, con la mediación de Egipto, y exige 1.400 prisioneros, entre estos también a Barguti, el político de mayor popularidad en Cisjordania.
Fuentes cercanas al presidente Abás, enfrentado política e ideológicamente con el primer ministro Islamil Haniye, de Hamás, quien acata órdenes de Mishal, dijeron que los emisarios de Olmert transmitieron al presidente de la ANP, «mensajes muy positivos» pero declinaron referirse a su contenido.