Un israelí fue sentenciado a nueve meses de prisión por haber arrojado una cabeza de cerdo a una mezquita de Tel Aviv, en un suceso ocurrido en agosto de 2005.
El delincuente, Shimon Ben Haim, de 35 años, arrojó la cabeza del animal al patio exterior de la mezquita de Hasan Bek, en la histórica localidad de Jafa, ahora distrito sur de Tel Aviv.
La cabeza del animal profano para el Islám, llevaba puesta una kufiya -típico atuendo árabe- y escritas las palabras ‘Profeta Mahoma’, además de un rosario musulmán en la boca.
Un tribunal de Tel Aviv condenó hoy a Ben Haim a nueve meses de prisión, y a su novia, también implicada, a dos meses de servicios comunitarios, por violación de la ley religiosa, tras declararse ambos culpables de los cargos presentados contra él.
‘No hay necesidad de decir cuán grave fueron los actos de los acusados’, escribió el juez israelí Daniel Beeri en su veredicto.
Agregó que ‘los detalles de la acusación reflejan un comportamiento y una intención a lo largo del tiempo que representan un peligro real a las delicadas relaciones entre dos comunidades que viven en Israel’, alusión a árabes y judíos.
Una semana después de arrojar la cabeza de cerdo, ambos acusados pretendían repetir la acción, aunque fueron arrestados por la policía.
Expertos psicólogos que prestaron testimonio en el juicio dijeron que Ben Haim, planificador del ataque, no es consciente ni aprecia la gravedad de sus actos, argumento que el juez tuvo en cuenta a la hora de imponerle la condena.