El comandante en jefe del Ejército israelí, el general Dan Halutz, afirmó hoy que se evalúa la posibilidad de reanudar los bombardeos aéreos sobre centros urbanos libaneses, tras el paréntesis decretado el pasado domingo por el primer ministro, Ehud Olmert.
‘Estamos considerando ataques más al norte, incluido Beirut; supongo que el asunto será sometido a autorización en el plazo de uno o dos días’, sostuvo el militar en una rueda de prensa en la zona fronteriza.
La decisión depende de Olmert, que se comprometió ante la Secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, a una interrupción de esos ataques durante 48 horas tras la matanza de Qaná, en la que murieron unos sesenta civiles, más de la mitad niños.
El plazo venció la pasada madrugada a las 02.00 hora local (23.00 GMT de ayer, martes), pero hasta ahora la Fuerza Aérea no ha vuelto a atacar centros urbanos libaneses.
Sí lo ha hecho por el contrario para dar cobertura a sus fuerzas de tierra o para destruir posiciones de la guerrilla libanesa, según el parte diario del Ejército, que ha informado de más de 40 ataques de ese tipo en las últimas 24 horas.
Pero las masivas operaciones militares israelíes por tierra y aire no parecen haber trastocado la capacidad de los guerrilleros libaneses que, hoy, mientras Halutz hablaba con los periodistas, dispararon más de 150 cohetes en sólo tres horas.
‘No nos hemos sorprendido de su capacidad ofensiva (de Hizbulá)’, dijo, al señalar que el tiempo que se requiere para neutralizar esa capacidad ‘es los que esperábamos desde un principio’.
‘Hemos conseguido destruir -agregó- una gran parte de las lanzaderas de cohetes de medio y largo alcance, pero hay dificultades para localizar las de corto alcance’.
La inmensa mayoría de los cohetes disparados hoy contra el norte de Israel son pequeños cohetes katiusha de 122 milímetros, aunque también se informó de al menos un impacto en la ciudad de Bet Shean, a unos 50 kilómetros de la frontera con Líbano.
‘Esto no es un asunto de dos o tres días’, se limitó a decir el general.
En cuanto a la operación de soldados israelíes anoche en el Valle de la Beka, donde capturaron a cinco milicianos de Hezbulá y mataron a otros diez, en un hospital, Halutz manifestó que su único propósito era poner de manifiesto el largo brazo de Israel.
‘No teníamos la intención de capturar a nadie en particular, sencillamente teníamos mucha información y quisimos demostrar la capacidad de Israel de llegar a cualquier parte’, explicó.
El alto mando también se refirió al número de bajas en las filas de Hizbulá, y cifró en unos 300 los milicianos muertos desde que comenzaron las hostilidades el 12 de julio, cifra que ha sido desmentida por la guerrilla, que reconoce 43 bajas mortales.