Luego de difundida, en Página 12, la noticia de que Memoria Activa le había enviado una carta a las autoridades de la AMIA, solicitándoles participar del acto central conmemorativo, que se efectuará en la calle Pasteur, el tema comenzó a considerarse el más importante de los surgidos en los últimos días respecto al próximo 18 de julio.
Cómo ni los firmantes ni los receptores de la misiva dieron a conocer el texto de la misma, los motivos aducidos por Memoria Activa se desconocen. Pero al igual que siempre que se produce una situación similar, arreciaron los rumores y las interpretaciones.
Lo que si se pudo constatar es que la AMIA le informó del tenor de la carta a Familiares y Amigos de las víctimas, quienes desde 1998 hacen uso de la palabra en el acto central conmemorativo.
No se debe obviar que esta agrupación de familiares se considera la convocante principal del acto y que por su expreso deseo el presidente de la DAIA dejó de ser uno de los oradores desde hace dos años.
La conducción de la AMIA ha mantenido una serie de reuniones, formales e informales, para analizar que hacer y lo mismo han hecho los Familiares y Amigos de las víctimas.
Podemos afirmar que los primeros consideran que son los familiares los que tienen que ponerse de acuerdo sobre lo planteado por Memoria Activa.
A su vez los segundos, de acuerdo a lo informado por uno de sus miembros, en riguroso of the record a AJN, consideran positivo que Memoria Activa participe del acto pero siempre que eso no implique que uno de sus miembros haga uso de la palabra, pues sobre esa posibilidad recién podrían comenzar a dialogar a partir del 19 de julio.
Teniendo en cuenta las diferencias conceptuales y desencuentros que, a lo largo de estos 12 años, se produjeron entre ambas agrupaciones de familiares, la posibilidad que brinda la solicitud de Memoria Activa puede ser única, pero a la vez llena de espinas.
Eduardo Chernizki
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