Para comprender la magnitud, esta evacuación equivaldría, en términos relativos, a que la Argentina se retirara de una superficie que superaría la extensión de Misiones. Con esfuerzo y un alto costo político, el gobierno israelí ha tomado una iniciativa. Sin embargo, Akel minimiza completamente estos antecedentes y con una retórica simplista y manipuladora pretende que sea Israel quien realice todos los esfuerzos y concesiones para alcanzar la paz. Todavía esperamos que los propios palestinos desarmen a los grupos terroristas que siguen empeñados en borrar a Israel de la faz de la Tierra, como acaba de decir el portavoz de Hamas.
La diatriba de Akel lo posiciona más cerca de los violentos que del presidente democráticamente electo de la Autoridad Nacional Palestina. Pareciera que ha quedado atrapado entre los fantasmas del pasado en lugar de sumarse al nuevo liderazgo que ha iniciado su camino por la senda del diálogo.
Sergio D. Widder
REPRESENTANTE PARA AMERICA LATINA DEL CENTRO SIMON WIESENTHAL