Itongadol.- Al oeste de la calle 87 en Manhattan, entre Broadway y West End Avenue, a pocos pasos de Brooks Brothers, a una cuadra de la famosa tienda de delicatessen Barney Greengrass y de la sinagoga progresiva B’nai Jeshurun, un edificio de condominios de lujo está terminando de ser construido.
Pero este lugar es diferente.
Todas las cocinas están equipadas con electrodomésticos Sub-Zero que tienen un modo especial para shabat, las luces automáticas se apagan y las funciones se configuran en los temporizadores. Ya no se encienden los interruptores de la luz del refrigerador para que permanezcan encendidos durante todo el sábado, cuando está prohibido encender la electricidad.
Cuenta con un lavaplatos para que los platos de lácteos y carne no se mezclen, en estricto cumplimiento de las leyes de kashrut.
En la planta baja, las puertas automáticas se cerrarán desde el anochecer del viernes hasta el anochecer del sábado, de modo que nadie incumpla la ley judía haciendo que se abran.
El ascensor se detendrá en cada piso, sin necesidad de presionar el botón. Una sala de juegos y un jardín en el patio ofrecen espacios de «sábado adaptable» para que los niños se reúnan.
«Hay una gran población ortodoxa en el vecindario», explicó Andrew Till, director de operaciones de Simon Baron Development, de la empresa constructora.
Todo esto tiene un costo muy elevado. Un edificio de 39 departamentos que incluye dos casas adosadas y tres penthouses, los departamentos tienen un precio de entre 2,4 millones de dólares, con dos habitaciones y desde 10,5 millones de dólares las de cinco habitaciones.
Los arquitectos diseñaron el edificio que encaje perfectamente en el vecindario.
Los amplios departamentos con grandes salones son muy modernosos destacaron sus diseñadores.