Itongadol.- Durante décadas, el KKL ha estado trabajando para impulsar la economía del agua de Israel mediante el desarrollo de fuentes de agua alternativas, el avance de la agricultura israelí y la mejora de la calidad del agua.
Los resultados son impresionantes. El trabajo de KKL con el agua ha aumentado la economía de agua de Israel en más del 15 por ciento a través del tratamiento, el reciclaje y la recolección de desechos y aguas de escorrentía, la perforación de acuíferos responsable y la rehabilitación de ríos.
Hemos construido más de 250 embalses, lo que ha elevado la cantidad de agua reciclada en Israel del 4 por ciento a más del 85 en la actualidad. Además, más de la mitad del agua agrícola de Israel proviene de aguas residuales recicladas y reutilizadas, y la mayor parte de esa agua es suministrada por los embalses de KKL.
Mientras que Israel ahora es más seguro que nunca, nuestro trabajo no ha terminado y la necesidad de agua no está desapareciendo. La población de Israel está creciendo, y con ese crecimiento surge la necesidad de contar con recursos hídricos confiables adicionales. Además, Israel ha enfrentado años consecutivos de sequía, que ha tenido un impacto significativo en las condiciones del Mar de Galilea y en los depósitos de aguas subterráneas. No se espera que ningún impacto importante afecte el suministro de agua potable gracias al éxito de las plantas de desalinización. Sin embargo, la sequía está afectando significativamente a la agricultura, que requiere grandes cantidades de agua menos costosa para ser productiva y rentable.
Los logros y éxitos pasados del KKL han sentado las bases para que hoy podamos seguir invirtiendo en el agua de Israel y, a su vez, que Israel comparta su tecnología con el mundo. Nuestros esfuerzos ahora se enfocan en la próxima generación de necesidades de agua.