Itongadol/AJN.- La comunicación directa entre la Casa Blanca y la Autoridad Palestina se rompió el año pasado después del reconocimiento de Donald Trump de Jerusalem como la capital de Israel.
El equipo de paz del presidente trata de realizar un liderazgo indirecto mediante medios de comunicación para salir a la luz y poder negociar con israelíes.
La idea Norteamericana tras la ruptura en el diálogo fue desligarse, permitir el enojo de los líderes palestinos, pensando que luego volverían a reecontrarse con Trump y los Estados Unidos.
Luego, Mahmoud Abbas y el negociador Saeb Erekat, aumentaron sus críticas en los últimos seis meses, generando una imposibilidad de reparación del vínculo entre ambos dirigentes. Los palestinos mostraron su enojo contra el equipo de paz estadounidense en la prensa.
Los enviados de Trump hablaron en respuesta con un artículo de opinión de Jason Greenblatt, enviado especial de Trump para el proceso de paz de Medio Oriente, y una entrevista con Jared Kushner, yerno del presidente, con un periódico palestino.
Buscando rechazar las críticas de los mandatarios palestinos, pero en ambas ocasiones terminaron haciendo críticas personales ellos mismos contra Abbas y Erekat.
La respuesta palestina fue dura. Erekat acusó a Greenblatt de intentar derrocar el liderazgo de la autoridad y caracterizó al equipo de paz como "el principal activista de Israel en aplastar los derechos humanos y nacionales palestinos".
Otros funcionarios acusaron a Kushner de intentar eludir las conversaciones con la Autoridad Palestina, a través de mensajes directos al pueblo palestino, para desestabilizarlo.
Kushner y Greenblatt esperaban que sus mensajes impulsaran a los líderes palestinos a volver a involucrarse, a volver a la mesa de negociaciones antes de lanzar su plan de paz, un año en que será definitivo sobre el conflicto de Medio Oriente.