Itongadol.- La sirena nacional que conmemora el Día del Recuerdo del Holocausto fue activada por el sobreviviente del Holocausto Avraham Zalmanovich, quien sobrevivió a la guerra en Rumania cuando era niño.
Avraham llegó al Mando del Frente Doméstico, donde su nieta, Gal Roth, trabaja como operadora de la alarma. Juntos presionaron el botón que hace sonar la sirena en todo Israel.
Avraham vivió en una pequeña casa en Rumania con su madre, su padre, su hermano, su tía y el esposo. Su madre trabajaba en un comercio familiar cerca de su casa, mientras Avraham ayudaba con los deberes de la casa. El primer día de vacaciones de verano, los alemanes bombardearon la ciudad donde vivía y al mismo tiempo tomaron el control del comercio familiar.
Esa misma mañana, los alemanes llevaron a su padre a un campo de trabajo forzado. Más tarde, ese mismo día, el resto de la familia y los habitantes de la ciudad fueron llevados a un lugar remoto y esperaron a que el tren los llevara a los campos de concentración
El tren tardó tres meses en llegar y, durante ese tiempo, la familia optó por alquilar un almacén donde pudieran vivir. Durante todo el período, sobrevivieron a difíciles condiciones, sin comida, sin nada de tomar, sin ropa, tampoco un lugar apto para vivir. Todos los miembros de la familias fueron obligados a usar insignias amarillas en las calles. Trabajaban despejando las calles de la nieve y en la noche regresaban al refugio para buscar la forma de sobrevivir.
El padre de Avraham enfermó después de tanto trabajo en el campo, su madre logró sacarlo del trabajo forzado. Debido a que vivían en situación de calle, la familia no podía costear los medicamentos. Lo escondieron hasta que la enfermedad causó su muerte a los 40 años.
Avraham conoció a sus esposa en Sidonia, Rumania. En 1964, en conjunto con su esposa e hijos, emigraron a Israel. Se lograron establecer y dieron vida a su otra hija Orly.
“Me resulta emocionante activar la sirena con mi nieta”, comenta Avraham. “Me emociona llegar a este momento y tener la oportunidad de ver a mis nietas servir en el ejército. Quiero que los soldados aprecien lo que tienen ahora, el Estado que tienen en sus manos y que lo continuarán defendiendo por nosotros”.
Gal Tot declaró: “Mi abuelo es una de mis personas favoritas en mi vida, estoy agradecida por cada momento en que puedo escuchar sus historias heroicas”. “Es un modelo a seguir y lo admiro, todos los días con él son una lección de vida”.