Agencia AJN.- Un funcionario de las Naciones Unidas pidió ayer que se impongan fuertes sanciones a Israel para “poner fin por completo a los 50 años de ocupación de los territorios palestinos en el más breve plazo posible”.
En un mordaz informe redactado para el Consejo de Seguridad de la ONU por el profesor de derecho canadiense Michael Lynk, que actúa como “Relator Especial sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967”, se insta a la comunidad internacional a tomar medidas duras contra Israel.
En una conferencia de prensa ayer donde compartió sus conclusiones, Lynk aseguró que la comunidad internacional había “rehuido responder a la astillada fragmentación israelí del territorio palestino y la desfiguración de las leyes de ocupación con las herramientas robustas que proporcionan el derecho internacional y la diplomacia”.
Al pedir “estrategias diplomáticas y legales apropiadas”, Lynk describió el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) como “un movimiento no violento” que opera dentro de los límites de la libertad de expresión contra todos los estados o compañías que cree que perjudica a otros.
Incluido en su lista de territorios “ocupados” por Israel estaba Gaza, a pesar del hecho de que Israel se separó del enclave en 2005 bajo el difunto primer ministro israelí Ariel Sharon.
“El papel de Israel como ocupante en el territorio palestino, Ribera Occidental, incluida Jerusalem Oriental y Gaza, ha cruzado la línea roja hacia la ilegalidad”, señaló Lynk en la conferencia de prensa.
Después de completar su exposición contra Israel, instó a la comunidad internacional a seguir adelante contra los boicots y el ostracismo del país.
“Solo cuando los israelíes necesiten visados para viajar al extranjero y no los reciban, solo cuando el comercio de la UE con Israel sea limitado y solo cuando la cooperación en los campos académico, militar y económico con Israel llegue a su fin, solo entonces veremos un cambio real y la ocupación llegará a su fin”, sugirió Lynk.
Tomando sus recomendaciones más allá para forzar la mano de Israel, Lynk pidió la presentación de cargos penales contra el país en los tribunales internacionales.
Ante este hecho, el embajador de Israel en la ONU, Danny Danon, criticó duramente a Lynk por sus conclusiones y lo acusó de “explotar su posición para emprender una campaña de incitación total contra el Estado de Israel”. También acusó a Lynk de “trabajar como activista de BDS bajo el patrocinio de la ONU”.
“El Consejo de Seguridad se convirtió hace mucho tiempo en un organismo irrelevante que ataca obsesivamente a Israel en lugar de enfrentar crisis humanitarias en el mundo. Ha perdido toda conexión con la realidad y el propósito original que se pretendía llenar”, agregó Danon.