Itongadol.- Un joven de 27 años, residente en Jerusalem, que había comprado por Internet un té de hierbas que contiene polen de hojas de una planta conocida como “Ruscus aculeatus”, llegó a la Unidad de Terapia Intensiva del hospital Hadassah Ein Kerem después de haberlo tomado en la víspera de Iom Kipur. A su llegada a la Sala de Emergencias sufrió un colapso generalizado y su vida estaba en peligro. El joven estuvo conectado a un respirador artificial, despertó dos semanas después y todavía está hospitalizado.
“Buscaba una fórmula para prepararme una infusión que me ayudara a regularizar mi actividad intestinal y con ese fin ordené una mezcla específica”, les contó el joven a sus médicos de Hadassah. “Minutos después de haberla bebido mi pulso se disparó; enseguida me di cuenta de que algo andaba malo me pasaba y pedí ayuda. Me desperté casi dos semanas después, en Hadassah.”
A su llegada al hospital gracias al Maguén David Adom y en el entendimiento de que su condición era muy difícil fueron llamados de urgencia médicos de alto nivel y la operadora de la máquina “ECMO”, que se utiliza para la actividad cardiopulmonar.
El doctor Ehud Rodis [foto], un destacado médico del Departamento de Cirugía Cardiotorácica de Hadassah Ein Kerem, explica el extraño caso: “Cuando nuestro paciente llegó a la Sala de Emergencias tenía una insuficiencia respiratoria grave e hipoxia. Allí lograron insertarle un tubo de respiración en la tráquea y lo transfirieron a la Unidad de Terapia Intensiva para su estabilización, pero no había habido una mejoría satisfactoria en su condición”.
“La consideración era evitar tanto como fuese posible un daño permanente a los tejidos del cuerpo del joven, incluyendo los sistemas vitales, por la escasez de oxigenación,” explica Rodis. “Por eso estuvo conectado a la máquina ECMO, que puede asumir la función de los pulmones o el corazón.”
Con la conexión del joven a la máquina ECMO mejoraron los valores de oxidación y su situación se estabilizó. “Esperamos que en el transcurso de la próxima semana podamos darle el alta”, dijo Rodis.
“Con la recuperación de su conciencia, comenzó a recordar vagamente las circunstancias del incidente y la sustancia que tomó”, describe la doctora Sigal Saviri, directora de la Unidad de Terapia Intensiva, quien tuvo a su cargo sacarlo del respirador artificial. “Obviamente sacamos la sustancia que trajo el paciente para que la examine el Ministerio de Salud y de acuerdo con los resultados esperamos sus recomendaciones para el público. En la Unidad de Terapia Intensiva recibió cuidados intensos. La mejora en su compleja situación fue muy lenta, hasta una recuperación satisfactoria”.
“El hecho que salvara su vida solo evidencia la rápida respuesta del Maguén David Adom y un equipo persistente y dedicado de técnicos, enfermeras y médicos de Hadassah, que hicieron todo lo posible. Instamos a todos los interesados en tales mezclas, incluidas las necesidades nutricionales, a que consulten con profesionales y solo las adquieran de proveedores aprobados, a fin de que cosas como ésta no vuelvan a pasar. Afortunadamente, este incidente fue tratado con gran cuidado y tuvo un buen final, pero tales viajes al abismo no son recomendables”, concluyó Rodis.
E incluso el joven, que todavía estaba traumatizado por lo experimentando, destacó: “Estoy realmente contento de haber logrado llegar a tiempo a Hadassah, y el cuidado recibido durante todo el día lo demuestra, pero a pesar de la experiencia positiva aquí, planeo ser muy cuidadoso con las fuentes de mis decisiones a futuro”.