Itongadol.- La institución ayuda a unos 51 mil soldados heridos del ejército israelí y a sus familiares en cuatro centros de rehabilitación. Esta semana llegó a la Argentina su representante, Adrián Teper, quien dialogó con ItonGadol sobre este modelo único en el mundo. “En EEUU se suicidan 3500 soldados veteranos por año. En Israel la cifra es de cero”, detalló.
Por primera vez, la Organización de los Soldados Discapacitados de Tzahal (ejército israelí) llegó a Sudamérica para difundir y promover el acompañamiento físico, psicológico y social de los soldados heridos de Israel.
La institución cuenta con cuatro centros de rehabilitación de primer nivel -en Haifa, Beersheva, Tel Aviv y Jerusalem- y se encuentra construyendo el quinto en la ciudad de Ashdod.
“Llegué representando la institución oficial de los Soldados Heridos Discapacitados del ejército israelí, que es una organización que pertenece al ministerio de Defensa en Israel. Tiene dentro de su centro de rehabilitación a unos 51 mil soldados heridos de Tzahal y a sus familias también. Es la primera vez que nos estamos abriendo a Sudamérica, porque siempre se trabajó solamente en EEUU y Europa. Estamos muy contentos de poder exponer este tema en Sudamérica también”, expresó Adrián Teper en una entrevista con ItonGadol.
-¿Qué significa cuidar la rehabilitación de un soldado de Tzahal en Israel?
-Cuando un soldado lamentablemente queda herido a través de un atentado, una batalla o alguna acción militar, primero llega a un hospital israelí. Allí recibe todos los tratamientos de primeros auxilios y, una vez que sale del hospital, se incorpora a los centros de rehabilitación. Eso significa que de ahí en adelante lo van acompañando hasta el último día de su vida.
-¿Hay varios centros en Israel y todos dependen de ustedes?
-Tenemos en Israel cuatro centros: en Haifa, Beersheva, Tel Aviv y Jerusalem, que geográficamente cubren casi todo Israel. Estamos construyendo en estos días el quinto centro, en la ciudad de Ashdod, y esperamos que sea el último. Los soldados reciben el tratamiento de acuerdo a donde cada uno vive y se incorporan al centro que está más cerca.
-¿A qué se refiere con que reciben a las familias también?
-Las familias son muy importantes. Hay soldados que perdieron sus piernas o que están ciegos y no pueden ir a una piscina común con sus hijos un fin de semana o hacer actividades comunes que hacen todos. Entonces, para que puedan estar juntos, decidimos que las familias también puedan estar dentro de estos centros, usando todas las instalaciones que tenemos, que son de las más VIP que existen en Israel. Por ejemplo, piletas olímpicas y canchas de juegos que son habilitadas para gente discapacitada y desarrolladas a través de la experiencia que tenemos con los soldados heridos. Así que atendemos no solamente a los 51 mil soldados, sino que atendemos a casi 200 mil personas, tomando en cuenta las familias también.
-Si hablamos de esta actividad específica, ¿cómo está Israel respecto a sus pares en otras partes del mundo?
-No hay ningún ejemplo como este en el mundo. Estos centros de rehabilitación son únicos y llegan para estudiar el tema personas de todos los ejércitos del mundo. Hace dos meses estuvo una delegación muy importante del ejército de Estados Unidos. Por ejemplo, en EEUU -un país que también sufre heridos de guerra a través de las intervenciones en Irak, Afganistán y otros países-, por no recibir el tratamiento que corresponde, 3500 soldados veteranos de guerra se suicidan cada año. Ese dato es importante, porque es un promedio de diez por día. En Israel tenemos una cifra de cero. Nadie lo hizo hasta hoy en día, y ojalá nunca suceda. Eso no es un milagro, es un trabajo importante. No todo es plata. Aunque los gastos son enormes y necesitamos muchos fondos para hacerlo, no es solamente plata, sino un desarrollo de trabajo a través de años de experiencia, que tenemos lamentablemente por la situación de Israel. Esto nos permite darles un paquete entero a estos soldados y a las familias también. El tema psicológico es una parte fundamental y queremos que vuelvan lo más rápido posible a la vida cotidiana. Esto significa que armen su familia, terminen sus estudios, establezcan sus negocios y que sigan la vida como nosotros la seguimos. Ese es el desafío más grande. Lleva tiempo y también es algo individual, depende de cada uno. Hay algunos que después de tres años ya pueden seguir viviendo solos y mantenerse por sí mismos, y hay quienes pasan 30 años y no pueden. Y hay que acordarse también de que casi todas las heridas físicas conllevan neurosis de guerra. Eso significa una persona puede estar físicamente más o menos bien, pero queda muy mal desde el punto de vista mental. Y hay que seguir apoyándolos toda su vida. El apoyo no es solamente a ellos, sino a la familia también.
-¿Cuándo se crea esta organización?
-Se establece en 1949, inmediatamente después de la Guerra de Independencia, que dejó muchos soldados heridos. Ahí se formó la organización apoyada por el Estado, que en aquel entonces no se esperaba que crezca tanto. Somos el único club del mundo donde no queremos tener más socios. Pero lamentablemente se incorporan cada año más y más. En épocas tranquilas en Israel, a través de entrenamientos y actos militares, hay personas que quedan heridas también. La organización no es solamente para los soldados, sino también para los heridos de las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia.
-Estará viniendo Netanyahu de visita a Latinoamérica. ¿Por qué hay una mirada de Israel hacia Latinoamérica en estos momentos?
-No sé explicarlo desde el punto de vista político. Sé que Argentina siempre fue algo importante para Israel, ante todo por la comunidad grande que tiene, y también porque Argentina es un país importante desde todo punto de vista. Creo que este acercamiento de Israel hoy es para tener un vínculo más fuerte entre los dos países. De parte nuestra y de la comunidad judía, es muy importante. Nosotros estamos más que convencidos de que, así como los soldados y las fuerzas de seguridad cuidan y protegen cada segundo de la vida del mundo judío, el mundo judío también sabrá devolver y proteger a estos soldados. Todo este proyecto es muy costoso, tiene un presupuesto anual muy grande. Está cubierto en una parte por el Estado de Israel, pero por otra parte sí necesitamos ayuda del mundo. Creo que es el último consenso que quedó dentro del mundo judío: nadie duda de la necesidad del ejército israelí y de las fuerzas de seguridad. Acá no hay izquierda y derecha, no hay cuestiones religiosas, acá son todos para la misma causa. Yo no conozco otro caso en todo el mundo judío que sea un consenso tan importante como este. Y también me gustaría informar que estamos inaugurando la página web en Español, por primera vez: www.zdvo.org/es
-Si hay que hablarles a los adultos jóvenes, que llevan a sus hijos a las escuelas judías o a los clubes, de entre 30 y 40 años, y que por el cambio generacional se perdieron algunas cosas en el camino, ¿por qué acompañarían esta actividad?
-Es muy difícil para alguien que no vive en Israel entender la situación de un padre israelí que tiene que mandar a su chico de 18 años al ejército. Gracias a Dios, las comunidades judías fuera de Israel no tienen que hacerlo y tampoco esperamos que los chicos que viven fuera de Israel se incorporen al ejército israelí. Pero creo que el que no entiende el lazo entre Israel y el mundo judío se equivoca. Yo creo que los judíos viven bastante bien fuera de Israel, gracias a Dios y gracias a Israel también, y a la vez en Israel se vive bastante tranquilo gracias a Dios y a las comunidades judías fuera de Israel. Porque nos apoyan no sólo con dinero, sino política y moralmente. Para mí el vínculo es muy claro. A los padres que mandan a sus hijos acá a las escuelas judías, les decimos que sigan mandándolos, porque es muy importante que reciban educación judía, y que sería bueno que piensen un poco en los padres que están en Israel. Ellos durante dos (en caso de mujeres) o tres años casi que no duermen porque sus chicos están en el ejército. Pedimos solamente un poco de solidaridad, nada más. La responsabilidad sobre el Estado de Israel no puede permanecer únicamente en manos de los que viven en Israel, si no que debe ser de todos los judíos del mundo. Estamos en el umbral de un nuevo año y los Iamim Noraim, Me gustaría felicitar a los judíos de la Argentina y del mundo, con un feliz año nuevo. Los soldados de Tzahal seguirán protegiendo al pueblo judío eternamente. Shaná Tová en nombre de los soldados de Tzahal.