Itongadol.- La exposición de los alumnos de seis escuelas de la red escolar judía, participantes de los programas de Ieladeinu junto a su director ejecutivo, Ariel Jenik, y el Director de Desarrollo de la Fundación Jabad, Alejandro Altman, entregaron plaquetas de reconocimiento a las directoras de las instituciones educativas participantes.
También se le entregaron ramos de flores a las voluntarias del grupo gestor de la actividad: Marisa Bergman, Raquel Goldfarb, Abigail Goldfarb, Debora Hirsch, Lis Kuzzel y Silvina Schapira.
La cantidad de alumnos que participaron en esta edición que tuvo como tema “los Derechos del Niño” fue la siguiente: Colegio Beth 50 alumnos, Instituto Bet El 75 alumnos, Escuela Scholem Aleijem 24 alumnos, Colegio Tarbut 82 alumnos, Colegio Wolfsohn Tabacinic 38 alumnos, y Yeshurun Torá 45 alumnos.
ItonGadol conversó con Ariel Jenik sobre “AyudArte” y su labor en Ieladeinu.
AyudArte cumple muchos objetivos, uno es acercar la obra de Ieladeinu a la comunidad a través del contacto con las familias de distintos colegios mediante el trabajo artístico de los chicos. Este es un proceso que comenzó con una capacitación que realizó Ieladeinu hacia los cuerpos docentes sobre lo que son los Derechos de los Niños; a partir de eso el colegio trabaja con el grado que haya seleccionado, luego profesionales y voluntarios de Ieladeinu realizan una actividad y los alumnos pintan lo que ellos quieren sobre los Derechos de los Niños, esa obra después va a un artista, que voluntariamente pinta una interpretación libre de lo que el niño pinto y eso se transforma en un dueto. Esos duetos y obras de otros artistas son los que componen la exposición. Este año hay más de 360 chicos que participan. “Año a año fuimos ampliando la participación de colegios, lo que incluye una logística importante y esperamos que próximamente todos los colegios judíos puedan participar”, explicó Jenik.
“Ieladeinu es un programa que pertenece a Jabad pero trabaja con todos los chicos que pertenecen a la comunidad porque la misión de Ieladeinu es promover los Derechos de los Niños, restituirlos donde fueron vulnerados y proteger a los chicos independientemente del origen de esos chicos. El otro objetivo que sea un medio que permita obtener donaciones para solventar las actividades de Ieladeinu”.
Jenik opinó sobre el impacto a los chicos que chicos que están bajo la tutela de Ieladeinu: “Con los chicos del Centro de Día y del Hogar hicimos dos actividades durante las vacaciones de invierno, y les encanta debido a que Ieladeinu es el programa de la comunidad judía que protege a los niños que están en situación de riesgo, de maltrato psicológico y/o físico, llegando al abuso sexual, que es una problemática que se da en el interior de nuestra comunidad, posiblemente en la misma medida que pasa en la sociedad general. Es un problema que como colectividad tenemos que darle una respuesta y el nombre Ieladeinu, nuestros niños, es una manera colectiva, comunitaria, de responderlo porque como comunidad somos responsables de proteger a quien le suceda una situación de maltrato y que no le siga sucediendo. Por eso nuestra tarea de promover, capacitar, sensibilizar a los adultos sobre los Derechos de los Niños, para que se respeten y cumplan”.
“Ieladeinu trabaja en dos grandes ejes. Por un lado la promoción de los Derechos del Niño y la prevención del mal trato a nivel social y por otro lado el trabajo de protección que a su vez se divide en dos áreas: cuidados en familia y cuidados alternativos. El mayor volumen de niños y familias con los cuales trabajamos es en lo que llamamos cuidados en familia, son niños que viven con su familia pero que hay algún tipo de problemática en la que nosotros asistimos tratando de fortalecer la familia. Cuando el problema es mayor y la justicia determina que el chico deje de vivir con su familia hay dos opciones, que vaya al hogar o a lo que se llama una familia de acogimiento familiar, que no es una adopción, que es otra instancia. Con lo cual todos los años se producen altas y bajas: Ingresos que por lo general son para el fortalecimiento familiar, hay casos en los cuales los chicos van directamente al Hogar, por ejemplo los que envían los jueces. Nuestro principal programa es el Fortalecimiento Familiar, y las bajas se producen tanto en ese programa como en el Centro de Día y en el Hogar, chicos que vuelven con sus familias. Que salen con una familia de acogimiento, o son adoptados o llegan a una edad en la que están en condiciones de vivir por su cuenta, y a esos jóvenes los seguimos acompañando en su adultez”.
“En este momento se está trabajando con 15 a 20 casos de familias, evaluando si ingresan en el programa; también con dos procesos de adopciones; en el Hogar viven algo menos de 30 chicos; en el Centro de Día 34 chicos, algunos vienen todos los días y otros ciertos días de la semana, y asistimos a 125 chicos en su lugar socia, familiar, comunitario. Es decir que asistimos cerca de 200 chicos, y tenemos unos 70 profesionales. ¿Por qué tantos? Se preguntarán y la respuesta es que cuando uno tiene en el Hogar esta cantidad de chicos no los lleva a todos al mismo colegio, ni juntos al médico, sino que se necesita la cantidad de adultos suficientes para que los chicos puedan desarrollar su vida, su autonomía más allá que debemos cumplimentar los requisitos que pide la Ley para el funcionamiento de hogares, lo que lleva muchos profesionales de por sí y hay que entender que son 24 horas por día todos los días del año, a lo que hay que sumarle el personal de administración, cocina y mantenimiento, y consideramos que no se deben escatimar recursos humanos cuando se habla de niños”.
Cuando se inauguró el nuevo edificio Ieladeinu se informó que se instalarían dos modernos consultorios odontológicos, Jenik explicó que los mismos pertenecen a la Fundación Jabad y que como Ieladeinu se ocupa de cubrir todas las necesidades de los chicos del Hogar se firmó un convenio con el Sanatorio Guemes para su atención médica, que no incluye la odontología, por lo tanto se instalaron esos dos consultorios, que son atendidos por residentes de la carrera de odontología en forma gratuita y hay profesionales a cargo supervisando la tarea y se consiguen donaciones para los insumos. Originariamente estaba previsto que atiendan a los chicos de Ieladeinu, pero como la existía capacidad horaria se amplió la atención a beneficiarios de la Fundación Jabad y que haya derivaciones tanto de niños como adultos de otros programas sociales de la comunidad.
Sobre la participación de voluntarios en las tareas que se llevan a cabo, remarcó: “tenemos voluntarios en ciertas áreas específicas, algunas que no están directamente relacionadas con los chicos, y otras que sí, pero es complicado hacer coincidir el interés y la disponibilidad de tiempo del voluntario con la necesidad que tiene Ieladeinu. Algo que analizamos es si el voluntario no se puede transformar en lo que llamamos un Referente Afectivo, que es acercarse y ser un referente para uno de estos chicos fuera de la institución y acompañarlos en el desarrollo de sus vidas. Es decir que en un futuro se transformen en una familia de acogimiento o adoptiva. El voluntariado es abrir el corazón y lo que estos chicos necesitan es afecto. El voluntariado es parte de nuestro programa y lo vamos articulando en base a las necesidades e intereses”.