Itongadol/AJN.- Los inversionistas y los mercados de China se están volviendo cada vez más importantes para la economía de Israel y, en particular, para su creciente industria de alta tecnología.
Las inversiones chinas en capital de riesgo de alta tecnología israelí se acercaron a 1.000 millones de dólares en 2016, relataron expertos de la industria.
"El mercado bursátil chino se convertirá en otra opción muy viable para las compañías israelíes que busquen financiación pública", remarcó Eli Tidhar, de Deloitte Israel.
Tidhar dirige lo que Deloitte llama su "corredor Israel-China". Israel ha presentado la bienvenida a las compañías e inversionistas chinos que pueden enfrentar regulaciones y escrutinios más molestos en otros lugares.
Casi no pasa un día sin que se anuncie otra iniciativa entre Israel y China, ya sea una nueva incubadora tecnológica israelí en China, nuevas inversiones, joint ventures, conferencias comerciales o delegaciones. En mayo de este año, otra firma de auditoría PwC dirigió una delegación de empresas israelíes en Hong Kong para explorar las posibilidades de cotización en bolsa.
Tidhar de Deloitte dice que está ocurriendo un cambio radical entre las compañías israelíes que buscan financiación. Las empresas israelíes de tecnología de punta (capital de riesgo) recaudaron 500 millones de dólares de inversionistas chinos en 2014 y 700 millones de dólares en 2015 y la cantidad sigue creciendo, según Tidhar.
"En el pasado, Israel solía mirar principalmente a Estados Unidos y Europa como nuestra fuente de inversión, especialmente en alta tecnología", expresó. Pero ahora, "cada vez es menos incómodo que una empresa que quisiera recaudar dinero persiga esta inversión de China".
Este punto de vista se hace eco de Dorian Barak, que dirige el brazo israelí de Kuang Chi, uno de los pocos conglomerados chinos que hasta ahora ha establecido una representación local permanente. El paisaje de capital de riesgo de Israel y sus salidas eran hasta ahora en gran medida una cuestión de dinero occidental, confirmó Barak. Pero eso está a punto de cambiar.