Poco después de que Jorge Kirszenbaum, presidente de la Delegación de Asociaciones Israel (DAIA), se encontrara con Julio Grondona —máximo representante de la AFA—, el Tribunal de Disciplina se reunió de oficio y tomó medidas: solicitó un informe a Talleres acerca de lo ocurrido en el partido y citó al árbitro Pablo Giménez, para que el próximo martes declare acerca de su desempeño. Ayer, el organismo emitió un comunicado en el que consideró que «corresponde iniciar de inmediato actuaciones de oficio y aplicar disposiciones en conformidad con el reglamento».
El Tribunal consideró inexcusable la actitud de los hinchas cordobeses, a quienes calificó como «unos pocos inadaptados» que «con indisimulables sonrisas exhibieron dos banderas con la cruz esvástica, el peor símbolo de la humillación humana».
«Le pedimos a la AFA la sanción al árbitro y al club», le aseguró ayer Kirszenbaum a Clarín. El dirigente de la DAIA aseguró que «existe un convenio en el que se implementa un sistema punitivo para este tipo de manifestaciones raciales, que puede incluir sanciones económicas y la eventual quita de puntos». En efecto: el artículo 88 del Reglamento de Transgresiones y Penas prohíbe exhibir pancartas o símbolos o cánticos de corte discriminatorio. «No puedo pensar que eran inocentes o que lo hicieron sin conocer el significado. Tenían plena conciencia de cómo estaban actuando», agregó.
Grondona, por su parte, declaró que lo ocurrido «es una cosa muy seria y delicada. Son payasadas de alguna gente que trata de utilizar al fútbol para tener protagonismo», comentó. Y sostuvo que «hay que sancionar severamente a los implicados para que esto no se vuelva a repetir».
Otro que se sumó al repudio fue el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), que señaló que «observa con preocupación la frecuencia con que los episodios de discriminación y racismo se suceden en el ámbito del fútbol y resalta la gravedad que reviste esta situación, por tratarse de un espectáculo masivo y popular».
La Conmebol mostró su descontento: señaló que «hoy, más que nunca, reafirma su vocación humanística y su lucha contra la discriminación».
Fte Clarin