Itongadol.- El secretario general del poderoso grupo armado libanés Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, negó el viernes que su grupo estuviera implicado en el contrabando de estupefacientes y aseguró que no tenía vínculos con un presunto capo de la droga abatido en Siria a principios de esta semana.
El lunes, unos inusuales ataques aéreos jordanos mataron a un traficante de drogas en el sur de Siria y alcanzaron una fábrica de estupefacientes que fuentes locales y de inteligencia vincularon a Hezbollah.
«Nosotros no traficamos con drogas, traficamos con armas», señaló Nasrallah en un discurso televisado, destacando que el grupo nunca se «contaminaría con la suciedad de las drogas».
Nasrallah agregó que la acusación era «una mentira, una injusticia, una traición, una conspiración» e insinuó que su partido estaba ayudando a frenar el tráfico de drogas en el Líbano.
Drogas y armas de contrabando procedentes de Jordania capturadas por las FDI. (Crédito: IDF SPOKESPERSON’S UNIT)
«Puedo decirlo por primera vez. En muchos ámbitos, si no hubiera sido por Hezbollah, ¿hubiese podido el Estado libanés hacer lo que está haciendo ahora, en cuanto a desmantelar las fábricas de captagon y enfrentarse a muchos focos y bandas de narcotraficantes en Líbano?», expresó.
¿Qué es el Captagon?
El captagon, conocido como la cocaína de los pobres, es una droga similar a las anfetaminas que, según las autoridades regionales, se produce en Siria y en parte a lo largo de la frontera libanesa, y luego se exporta al Golfo. Acusan a Hezbollah de tener un papel en la producción y el comercio, y en marzo sancionaron a dos personas afiliadas al grupo.
La facción islamista chií conservadora fue fundada en 1982 en Líbano por el Cuerpo de Guardias Revolucionarios de Irán. Hezbollah asegura que sus armas son necesarias para proteger Líbano, pero sus opositores sostienen que el arsenal del grupo socava el Estado.