Itongadol.- El nuevo Primer Ministro del Líbano, Nawaf Salam, ha prometido extender la autoridad del estado a lo largo de todo el territorio libanés, marcando un enfoque decidido para reforzar el control gubernamental tras años de tensión y conflicto. En su primer discurso como líder del gobierno, Salam subrayó su compromiso de implementar completamente la Resolución 1701 de las Naciones Unidas, que exige la retirada de Hezbollah del sur del Líbano y el desarme de todas las milicias no estatales.
El anuncio llega tras el alto el fuego de noviembre que puso fin a una guerra devastadora entre Hezbollah e Israel, un conflicto que debilitó significativamente a la organización chiita armada y dejó al país enfrentando enormes desafíos económicos y políticos. Salam declaró que “extender la autoridad del estado libanés en todo su territorio” es una prioridad fundamental para su gobierno, y que trabajará “seriamente para garantizar la implementación completa de la Resolución 1701”.
La Resolución 1701, adoptada en 2006, busca establecer una zona libre de armas entre el río Litani y la frontera con Israel, y también refuerza la presencia de las fuerzas de paz de la ONU (UNIFIL) en el área. Sin embargo, su implementación ha sido parcial y obstaculizada por la influencia continua de Hezbollah en el sur del país, donde mantiene una fuerte presencia militar y política.
La promesa de Salam podría representar un punto de inflexión para el Líbano, un país que ha luchado durante décadas con la fragmentación política, la corrupción y las intervenciones externas. Sin embargo, también enfrenta enormes obstáculos. Hezbollah, que cuenta con el respaldo de Irán, sigue siendo una fuerza poderosa tanto militar como políticamente, y su desarme ha sido una cuestión altamente controvertida en la política libanesa.
Además, el país se encuentra en medio de una de las peores crisis económicas de su historia moderna, con una moneda que ha perdido más del 90% de su valor y niveles alarmantes de pobreza. En este contexto, el gobierno de Salam tendrá que equilibrar la necesidad de reformas económicas urgentes con la implementación de medidas destinadas a fortalecer el control estatal y reducir la influencia de actores no estatales.
La comunidad internacional, incluidos Estados Unidos y varios países europeos, han acogido con cautela las declaraciones de Salam, subrayando la importancia de que el Líbano avance hacia un futuro más estable y soberano. No obstante, el éxito de estas iniciativas dependerá en gran medida de la capacidad del nuevo primer ministro para construir consenso interno y superar la resistencia de grupos poderosos como Hezbollah.
El Líbano se encuentra en una encrucijada crítica, y el liderazgo de Salam podría determinar si el país logra avanzar hacia una mayor estabilidad y soberanía o si continúa atrapado en un ciclo de divisiones y conflictos.