Itongadol/Agencia AJN.- Mientras cientos de reservistas se niegan a prestar servicio en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) por el conflicto de la reforma judicial, algunas mujeres jóvenes siguen llenas de motivación para servir en unidades de combate de élite.
Minutos después de que terminaron una simulación para las pruebas de unidades de élite y aún estaban llenas de arena, barro y sudor, Topaz Dayagi, de 19 años, y Li Hochman, de 18, ambas de Even Yehuda, describieron a Jerusalem Post su entusiasmo por competir con los hombres a altos niveles.
Dayagi dijo que “antes de esta [simulación], siempre me preocupaban las dificultades físicas y mentales [de las pruebas de unidades de élite]. El entrenamiento de la organización preparatoria nos ayudó. Nos trabajaron duro en las simulaciones para que termináramos bien alto”.
“Tengo un alto nivel de satisfacción después de hacer esto. Tuve que levantarme a las 5 a.m. para llegar a tiempo. No hay otro cumplimiento como este. Centrarse en la meta y hacer sacrificios con mucho de nuestro tiempo libre se siente muy bien y construye el carácter”, destacó.
Dayagi agregó que se sintió realizada y terminó la simulación de varias horas “con una sonrisa”.
Ambas explicaron que algunas de ellas ya comenzaron actividades preparatorias desde el séptimo hasta el noveno grado. Otras pasaron tiempo en sus últimos años de escuela secundaria, una o dos veces por semana, trabajando en diferentes tipos de proyectos de acondicionamiento físico para poder cumplir con los estándares de las FDI.
Igualmente, otras hicieron un curso intensivo de solo unas pocas semanas antes del día de la simulación. Estos foros brindaron a las mujeres jóvenes la oportunidad de competir entre sí y de conocerse mejor.
Hochman dijo que se sintió “muy emocionada y con mucha presión justo antes de los ejercicios”. “Fue difícil conciliar el sueño anoche. ¿Haré lo mejor que pueda? Y fue muy, muy difícil despertarse tan temprano en la mañana. La carrera de rastreo en la arena es dura y mentalmente desafiante”, resaltó.
“Hicimos más en una mañana de lo que mucha gente hace en un día. Realmente podemos ayudar con nuestro servicio militar. Tenemos mucho orgullo. Competíamos con un grupo de hombres muy grandes. Esto podría disuadir a muchas mujeres y causar cierta ansiedad, pero si entiendes que puedes hacerlo todo y actúas con profesionalismo, entonces no hay nada que no puedas lograr”, expresó.
Dayagi agregó: “Deberíamos darles a las mujeres su lugar, que puedan hacer estas cosas junto con los hombres para alcanzar un alto nivel. El que llega primero en una carrera, es el primero, no importa si es hombre o mujer”.