Itongadol.- La tercera ola de coronavirus en Israel es sin duda más agresiva, grave y compleja que las dos anteriores y le está costando al país un precio más alto. La enfermedad cambió y el tiempo de internación es más extenso, con estas palabras describen el actual panorama los médicos en diferentes hospitales del país, según remarcó en su página Web la Asociación de Médicos de la Salud Pública.
Según citan medios locales, los médicos reconocen: “Los pacientes no están recibiendo el mejor tratamiento, hay casos en los que las personas, por temor a ser internadas, tardan en acudir al hospital y a esa altura ya es complicada la atención”. Otros profesionales de la salud advierte: “Así se ve un sistema sanitario cuando colapsa”.
El doctor Sefi Mendovlitz, citado por el diario Haaretz, expresó: “En las olas anteriores veíamos una muerte, a lo sumo dos, en una noche en la sala de atención por coronavirus. Actualmente llegamos a ocho o nueve fallecidos”.
“Cuando una guardia que ingresa a un turno y lo termina con seis pacientes menos, esto tiene un significado, un desgaste psíquico. Hay una atmósfera difícil de depresión. El personal está desgastado”, añadió.
Los equipos médicos, señala la página Web de la Asociación de Médicos de la Salud Pública de Israel, hablan de un número récord de pacientes de Covid-19 con síntomas más graves y que su condición se deteriora más rápidamente hasta llegar al punto de requerir asistencia respiratoria.
Quienes se recuperan de la enfermedad requieren de semanas de ayuda debido al daño sufrido. Mucho de los pacientes pertenecen a la franja etaria de 40 a 60 años, y no todos presentaban previamente enfermedades crónicas.
El precio del fuerte aumento en el número de pacientes, el agravamiento de su condición y los síntomas graves que manifiestan, se refleja en la escasez de personal sanitario calificado y disponible.
Ante esto, los hospitales se ven obligados a intentar pilotear la situación y deben reducir actividades electivas, cerrar algunos quirófanos, achicar salas y unidades para transferir así personal sanitario para el tratamiento hospitalizados por coronavirus, que necesitan el doble de personal en comparación con el resto de los pacientes. Esto no siempre es realizado con éxito, remarca el sitio Web.
Ayer el viceministro de Salud de Israel, Yoav Kisch, expresó en declaraciones a la radio del Ejército, Galatz: “No hay descenso de la morbilidad. No esperabámos que esta sea la situación. Hay un importante número de pacientes en grave estado”.
“La situación en los hospitales es dramática y hay sobreocupación. El gran temor es que llegue al país una cepa del virus que sea resistente a las vacunas”, añadió.
Respecto a la situación en las salas de terapia intensiva, el cirujano cardíaco Igal Kasif, director del servicio ECMO en el Hospital Sheba, expresó: “El sistema ECMO en el país no da abasto. Hasta ahora estuvieron conectados a una máquina cardiopulmonar 31 pacientes de coronavirus, un récord sin precedentes. Cinco personas que necesitaban del tratamiento no pudieron recibirlo, tres eran menores de 65 años con enfermedades crónicas graves”.
Según informó el portal Web de la Asociación de Médicos de la Salud Pública de Israel: “En el país hay actualmente 40 aparatos ECMO. No en todos los hospitales de Israel hay de estos dispositivos, y el daño lo sienten especialmente los pacientes de la periferia”.
Enero, el mes más mortal desde iniciada la pandemia
En tanto este lunes se informó que enero es el mes más mortal desde que comenzó la pandemia en el país. Solo en 25 días fallecieron 1.036 pacientes, representando así el 25% de los 4.437 que habían fallecido hasta esa fecha, según el último reporte dado a conocer por Sanidad en la mañana de esa jornada, consignó el portal Web de la Asociación de Médicos por la Salud Pública de Israel.
Previamente el mes más trágico había sido octubre en el que perdieron la vida 970 israelíes. Según se cree, la presencia de la variante británica es la responsable de los altos índices de mortalidad.
El reporte también señala una mayor presencia de pacientes con respirador artificial en hospitales israelíes. Según se estima, estas cifras dramáticas se deben a la presencia de la mutación británica en el país.