Itongadol.- El trabajo en la primera línea de lucha contra el coronavirus, ya sea de un conserje, un administrativo, un enfermero o un médico, afectó de manera negativa la salud mental de los trabajadores de los hospitales, según un nuevo estudio de la Universidad Hebrea de Jerusalem.
El nuevo estudio, publicado en el número especial de la prestigiosa revista Nicotine and Tobacco Research dedicado al tabaquismo y al COVID-19, ha descubierto que estar en la primera línea del COVID-19 puede tener un impacto negativo en la salud mental de los trabajadores del hospital, incluso durante los periodos de calma y hasta para el personal auxiliar del hospital, como los trabajadores de mantenimiento y el personal administrativo.
En el Centro Médico Hadassah de Israel, más de la mitad (59%) de los trabajadores del hospital declararon un aumento de los niveles de estrés. Además, un tercio (35%) de los encuestados que eran fumadores notaron un aumento en el número de cigarrillos que fumaban cada día durante la pandemia.
El estudio, dirigido por la Dra. Yael Bar-Zeev y el Dr. Nir Hirshoren de la Facultad de Salud Pública Braun de la Universidad Hebrea de Jerusalem (UH) y el Centro Médico Hadassah, junto con el Dr. Michal Shauly-Aharonov del Centro Académico Lev y el profesor Yehuda Neumark de la UH, encuestó a cerca de 1.000 trabajadores de hospitales entre la primera y la segunda oleada del coronavirus. De todos los médicos, enfermeras, profesionales de la salud y trabajadores administrativos y de mantenimiento encuestados, 132 eran fumadores.
A diferencia de otros estudios similares realizados en todo el mundo que se centraron en los niveles de estrés de la población general durante los primeros cierres, este nuevo estudio se centró en los trabajadores de los hospitales durante un periodo relativamente más lento -entre la primera y la segunda oleada de coronavirus-, cuando el número de infecciones y muertes por COVID-19 era bajo.
Según el equipo de investigación, los resultados de este estudio ponen de relieve la necesidad de proporcionar apoyo en materia de salud mental a todos los trabajadores de los hospitales como parte de la respuesta a la pandemia, prestando especial atención a los fumadores y a los que sufren trastornos del sueño. «Muchos fumadores no serán receptivos a los programas para dejar de fumar en este momento. Sin embargo, dado que la pandemia no da señales de remitir, los ministerios de saLUD y los hospitales deben tomarse en serio la salud mental de sus empleados y proporcionar apoyo para combatir el estrés a todo su personal, incluso a los que no están detrás de una camilla o con un bisturí en la mano», añadió Bar-Zeev.