Iton Gadol/Agencia AJN.- Las negociaciones entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y quien fue su principal adversario en las elecciones del 2 de marzo, Benny Gantz, parecerían estar llegando a buen puerto. Según trascendió, el Likud aceptó dejar el Ministerio de Justicia en manos del presidente de Azul y Blanco, Avi Nissenkorn. Por su parte, Azul y Blanco habría cedido el Ministerio de Seguridad Interna para que lo ocupe Miri Regev, antigua ministra de Cultura.
Por otro lado, Azul y Blanco habría aceptado renunciar al Ministerio de Relaciones Exteriores, que podría quedar en manos del ex presidente del Parlamento, Yuli Edelstein, perteneciente a Likud, o al líder de Yamina, el actual ministro de Defensa Naftali Bennett. A cambio, el Likud renunció a Educación, que pasará a manos del Gabi Ashkenazi, representante de Azul y Blanco.
El Ministerio de Relaciones Exteriores sería un buen premio consuelo para Edelstein, que perdió su puesto como portavoz del Knesset (Parlamento) después de liderar la lucha del Likud contra la Corte Suprema. El puesto de vocero iría para el ministro del Likud, Yariv Levin, que está cerca de Netanyahu y dirige el equipo de negociación de la coalición del Likud.
Por su parte, Yamina, parte de la coalición de Likud, amenazó con salir del bloque si no recibe la cartera de Educación. Ayelet Shaked, parlamentario que representa al partido de ultraderecha, dijo en una entrevista con el Canal 12 que si Yamina salía de la coalición, sería una «oposición de derecha combativa» al gobierno de Netanyahu.
«No formamos parte del juego de las sillas musicales entre Netanyahu y Gantz», dijo Yamina en una feroz declaración oficial. «No pretendemos ser parte de un gobierno que regaló el Ministerio de Justicia y acabará con las posibilidades de expresar la soberanía sobre Judea y Samaria», decía el duro comunicado.
Fuentes cercanas a Netanyahu revelaron que Likud hizo una oferta a Yamina, pero la demanda de Yamina de cuatro ministros no era «realista». Yesh Atid, conducido por Yair Lapid y principal oposición a la alianza entre Netanyahu y Gantz, dijo que la lucha contra la corrupción no debería depender de si un partido está en la coalición y que si Yamina se une al gobierno de Netanyahu, sería parte de su corrupción.