Itongadol/Agencia AJN.- El jefe de la Iglesia Católica Romana en Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, advirtió que el ascenso del gobierno de extrema derecha del primer ministro Benjamín Netanyahu empeoró la vida de los cristianos en el lugar de nacimiento del cristianismo.
El influyente patriarca latino designado por el Vaticano destacó a The Associated Press que la comunidad cristiana de 2.000 años de antigüedad de la región ha sido objeto de crecientes ataques, luego de que el gobierno más derechista en la historia de Israel envalentonara a los extremistas.
El repunte de los incidentes anticristianos también se produce cuando los grupos de derecha, impulsados por sus aliados en el gobierno, parecen haber aprovechado el momento para expandir los esfuerzos para establecer enclaves judíos en los barrios árabes de Jerusalén Este.
“La frecuencia de estos ataques, las agresiones, se ha convertido en algo nuevo”, dijo Pizzaballa durante la Semana Santa desde su oficina, escondida en los pasillos de piedra caliza del Barrio Cristiano de la Ciudad Vieja. “Estas personas se sienten protegidas porque la atmósfera cultural y política ahora puede justificar o tolerar acciones contra los cristianos”.
Las preocupaciones de Pizzaballa parecen socavar el compromiso declarado de Israel con la libertad de culto, consagrado en la declaración de independencia que marcó su fundación hace 75 años. El gobierno israelí subrayó que prioriza la libertad religiosa y las relaciones con las iglesias, que tienen poderosos vínculos en el extranjero.
“El compromiso de Israel con la libertad de religión siempre ha sido importante para nosotros”, dijo Tania Berg-Rafaeli, directora del departamento de religiones mundiales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. “Es el caso de todas las religiones y todas las minorías que tienen libre acceso a los lugares sagrados”.
Pero los cristianos dicen que sienten que las autoridades no protegen sus sitios de los ataques. Las tensiones han aumentado después de que la policía israelí se enfrentara con los palestinos en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa en el Monte del Templo, lo que desató la indignación entre los musulmanes y una confrontación regional la semana pasada.
Para los cristianos, Jerusalén es donde Jesús fue crucificado y resucitado. Para los judíos, es la antigua capital, hogar de dos templos bíblicos. Para los musulmanes, es donde el profeta Mahoma ascendió al cielo.