Itongadol.- Ludwik Rajchman nació el 1 de noviembre en Varsovia, en el seno de una familia judía de científicos y artistas, cuando Polonia se repartía entre el Imperio austro-húngaro, Prusia y Rusia. Su padre fundó y dirigió la Orquesta Filarmónica de Varsovia y su madre participaba en el movimiento feminista internacional. Tras graduarse en medicina en Cracovia, se especializó en microbiología en el Instituto Pasteur (París) en el laboratorio de Ilya Metchnikof. Entre 1910 y 1913 se trasladó al King’s College (Londres) como profesor de bacteriología. Con el inicio de la Gran Guerra fue jefe del Laboratorio Central de la Disentería (Londres), encargado de los estudios epidemiológicos sobre la «gripe española» y la poliomielitis. En 1918 volvió a Varsovia para fundar el Instituto Nacional de Higiene y la Escuela Nacional de Sanidad (1923), financiados por la Fundación Rockefeller.
Rajchman fue un gran impulsor de la sanidad internacional como director de la Organización de Higiene de la Sociedad de Naciones (OHSN). Cuando una inmensa pandemia de tifus asolaba los territorios fronterizos entre Polonia y Rusia en 1921, consciente de que el problema era internacional, impulsó un congreso y una comisión internacional de epidemias que frenó la amenaza de extenderse a toda Europa superando tensiones diplomáticas. Lejos de limitar las actividades de la OHSN al control de enfermedades contagiosas, estableció un ambicioso programa de sanidad internacional financiado por la Fundación Rockefeller para formar expertos en salud pública, crear un Servicio de Epidemiología Internacional y un Centro Mundial de Documentación en Salud Pública, estandarizar productos biológicos (vacunas, sueros, nutrientes, medicinas…), además de atender consultas de países de todo el mundo e impulsar programas de prevención del paludismo, la malnutrición, el consumo de opio o la mortalidad infantil. Su implicación personal le hizo desplazarse durante dos años a China como asesor del Gobierno de Chiang Kai-shek en asuntos sanitarios e impulsar un consejo consultivo internacional.
Debido a las condiciones políticas tan conflictivas –Rajchman era judío–, el avance del fascismo en 1939 le forzó a abandonar la Sociedad de Naciones, pero su activismo continuó y nada más marchar organizó –con el apoyo de J. Nehru– una conferencia internacional por la paz. Entre 1939 y 1941 fue nombrado delegado para asuntos humanitarios del gobierno polaco en el exilio. Asesor también del Banco de la China en 1942, en 1943 participó en la creación de la UNRRA (United Nations Relief and Rehabilitation Administration) para prestar ayuda a los países devastados por la guerra. Cuando en 1946 la UNRRA fue liquidada, con el apoyo del expresidente Hoover, Rajchman impulsó un fondo especial para ayudar a la infancia: UNICEF, del que fue primer presidente.
Con la radicalización de la Guerra Fría, la posición de Rajchman se complicó. En el bloque del este era sospechoso de ser un agente pronorteamericano y le retiraron el pasaporte diplomático polaco; en los Estados Unidos, los maccarthistas lo acusaron de ser un espía comunista. En 1957 se vio obligado a abandonar el país. Nunca más volvió a los EEUU, se instaló definitivamente en Francia. En París fundó con Roger Debré el Centro Internacional de la Infancia (ICC), destinado a proporcionar formación en pediatría social a trabajadores de salud pública en países en desarrollo o devastados por la guerra. Fue vicepresidente del Tribunal Penal Internacional y comendador de la Legión de Honor. Murió en 1965 en Chenu (Sarthe, Francia) y los oradores de su funeral fueron Jean Monnet y Roger Debré. Medio siglo después de su muerte, el activismo incansable de Ludwik Rajchman por la salud mundial merece un reconocimiento que nunca ha recibido.