Itongadol.- Un nuevo estudio en la Universidad de Haifa descubrió que hace unos 550 millones de años, el erizo de mar cambió su plan genético para el desarrollo de vasos sanguíneos en un plan para el crecimiento esquelético. El hallazgo tiene amplias ramificaciones.
La Universidad de Haifa descubrió que el erizo de mar construye su esqueleto de manera similar a la forma en que los mamíferos y otros vertebrados desarrollan sus vasos sanguíneos.
Hace unos 550 millones de años, los erizos de mar, junto con otros equinodermos, cambiaron el plan genético que controlaba el desarrollo de sus vasos sanguíneos y lo convirtieron en un plan para la construcción de un esqueleto a base de calcio.
El estudio fue publicado en la prestigiosa revista PNAS. «Es más fácil cambiar un plan genético existente que construir uno completamente nuevo. Ahora hemos encontrado la forma única en que los erizos de mar, y probablemente todos los equinodermos, convierten un programa preexistente en un programa novedoso de biomineralización”, explica el Dr. Smadar Ben-Tabou de la Escuela de Ciencias Marinas Leon H. Charney en la Universidad de Haifa, quien dirigió el estudio.
Durante las primeras etapas del desarrollo fetal, los humanos y los erizos de mar son similares en muchos aspectos. Esto no es sorprendente: muchos animales son similares durante sus primeras etapas de desarrollo. Los investigadores del laboratorio del Dr. Ben-Tabou están tratando de entender cómo el programa de desarrollo está codificado en el genoma del erizo de mar y cómo este programa se ejecuta durante el desarrollo embrionario para dar lugar al embrión de erizo.
En el presente estudio, los investigadores buscaron enfocarse en el proceso de biomineralización, el proceso mediante el cual un animal utiliza los minerales que absorbe de su entorno y los convierte en un esqueleto. En el caso del erizo de mar, el mineral interviene en el carbonato de calcio. Según el Dr. Ben-Tabou, hace unos 550 millones de años, la capacidad de transformar minerales del medio ambiente en un esqueleto comenzó a surgir simultáneamente entre varios animales. Cada uno desarrolló su propio método único, en lugar de heredarlo de un único antepasado conjunto. Hasta ahora, esta teoría carecía de una demostración ejemplar.