-Itongadol.- El programa «Abriendo puertas» consiste en estudiantes que viven sin pagar alquiler en barrios desfavorecidos a cambio de al menos ocho horas de servicio por semana.
Es un programa de vivienda y participación comunitaria en la Universidad Ben-Gurion del Negev. En lugar de pagar el alquiler, los estudiantes seleccionados viven en barrios desfavorecidos y dedican al menos ocho horas de servicio por semana. Los estudiantes brindan a los niños y adultos locales una variedad de actividades y servicios que van desde la enseñanza, el asesoramiento y hasta la asistencia con la pintura o las reparaciones de la casa.
“Este programa fomenta la participación comunitaria que beneficia tanto a los estudiantes como a las familias a las que asesoran”.
Con el proyecto social denominado “Abriendo puertas”, la Facultad se ocupa de gente marginada con el objetivo de aumentar el nivel de los chicos a través de la educación.
“Abriendo Puertas” está destinado a que jóvenes israelíes pertenecientes a familias carenciadas y/o con otro tipo de dificultades sociales puedan culminar sus estudios secundarios. Esto les permite ingresar a la universidad, cosa que han realizado muchos de los beneficiarios, que ya se han graduado.
El proyecto Abriendo Puertas, mediante el cual la universidad beca a alumnos a cambio de que trabajen con la comunidad del barrio Guimel, una zona de escasos recursos en la ciudad de Beer Sheva.
A través del programa, la universidad intenta que sus alumnos ayuden a chicos y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad social, por intermedio de actividades educativas, comunitarias y de recreación.
«Al enterarme del proyecto Abriendo Puertas, que cuenta con el reconocimiento del gobierno de Israel, me emocionó el hecho que busca sacar a los chicos de la calle, e intenta llevarlos a la universidad y prepararlos para que puedan conocer un mundo mejor»
Beca y capacita a estudiantes israelíes para que vivan en un barrio junto a familias en riesgo, brindando apoyo y contención a niños y adultos.
Abigail es una alumna israeli de la Universidad Ben Gurión nacida en Kdumim, en Shomrón, que participa en un programa de voluntariado con familias con necesidades socioeconómicas que ya fue replicado por la Universidad de Ámsterdam, en los Países Bajos, e Itongadol quiso conocer más al respecto.
– Es habitual en este país que los estudiantes, israelíes o extranjeros, hagan tareas de voluntariado, ¿cuál es tu caso?
– Antes que nada, hago tareas solidarias hace muchísimos años y es algo que crece en mí el ayudar a quienes están a nuestro alrededor, al débil, a quien algo le cuesta un poco… Cuando vine a Beer Sheba es como que viví acá y casi no conocí a la gente… En mi segundo año escuché sobre el programa y me dije: «Es ciertamente interesante: realmente ayuda al barrio y a conocer dónde me encuentro». No se trata solo de una maravillosa universidad, sino de realmente ver quién más se encuentra aquí… y estoy feliz con esto. Me encanta conocer a la gente de acá. Es interesante ver dónde vivo… Hay una población alrededor que a veces necesita ayuda, entonces no solo venimos y vivimos acá, también la ayudamos en algunas cosas…
– ¿Con qué te encontraste?
– Desde el año pasado amadrino a una chica de 5° año: estudiamos cosas del colegio, para pruebas y exámenes de egreso que tuvo. Por ejemplo, ella proviene de una familia relativamente difícil, debilitada, y ni siquiera sabía cómo estudiar… Cosas muy básicas que entendí que llevaba conmigo para enseñarle, que son significativas y la acompañarán por muchos años, como organizar su tiempo… No solo aprendimos cosas de la escuela, sino la teoría para sacar la licencia de conducir, que ya tiene… Conversamos sobre todo tipo de cosas, le transmití mi mundo y ella el suyo, y entendí que ella ciertamente es como una hermana: le enseño cosas, estoy con ella, soy su amiga y seguiré hablando con ella cuando termine el programa… Así que asumo que es significativo para ella, y también para mí el poder transmitirle cosas a otro…
– ¿Qué viste en esa familia?
– Estuve todo el tiempo con la chica… Una vez me reuní con su familia -tiene una hermana más grande y un hermano menor- y nos sentamos todos juntos. Me recibieron muy bien, con una torta, y se alegraron mucho de conocerme. Son encantadores…
– ¿Tus amigos piensan que estás loca, o hacer cosas así es común en Israel?
– No, es algo común… En general hay muchos programas y aldeas estudiantiles en Israel y tengo muchos amigos que viven en determinada ciudad y ayudan y aportan a la comunidad…
– ¿Esto podría hacerse en otros países?
– Pienso que realmente se puede hacer si hay barrios debilitados cercanos a una universidad, estudiantes y una sociedad joven.
– ¿Por dónde empezarías?
– Lo más importante es conocer al otro. Hay que ayudar en algo específico y no con generalidades: «vamos a hacer grandes cosas…», sino hombre a hombre. Ese encuentro personal logrará crear cosas…