Itongadol.- Todos tenemos la misma dinámica cerebral que permite el aprendizaje, pero esta capacidad varía en función de las conexiones entre neuronas, que pueden implicar a miles de células nerviosas o solo a unas pocas y arrojar mejores o peores resultados en el IQ.
Físicos israelíes dirigidos por el profesor Ido Kanter, del Departamento de Física y del Centro Multidisciplinario de Investigación Cerebral Gonda (Goldschmied) en la Universidad de Bar-Ilan, publicaron un artículo en la revista Scientific Reports en el que demostraron que el aprendizaje ocurre en el cerebro no a base de sinapsis (o conexiones entre neuronas), tal como había establecido en los años 70 el considerado iniciador de la biopsicología, Donald Hebb.
Según el Prof Kanter el aprendizaje depende de las terminales neuronales, llamadas dendritas, en vez de las conexiones entre neuronas. Si comparamos ambas fisionomías, las neuronas son como las ramas de los árboles y las dendritas las hojas de las ramas. En el árbol del conocimiento, el aprendizaje se produciría principalmente en las hojas de las ramas, no en las ramas propiamente dichas.
Esta forma de aprendizaje fue denominada por los científicos mencionados como “aprendizaje dendrítico”, ya que demostraron que el aprendizaje dendrítico se produce mucho más rápidamente y más cerca de las neuronas que el aprendizaje sináptico.
Este descubrimiento fue considerado como una revolución en el campo de la neurociencia: venía a demostrar que las dendritas se excitan con mucha más facilidad que las sinapsis y que además tienen más plasticidad, es decir, tienen más facilidad para cambiar y por ende para aprender.